(Verdad y Vida – REDACCIÓN).-
Cada día aumentan las amenazas, las detenciones y torturas hacia un gran número de cristianos por parte de las autoridades de seguridad iraní y judicial, lo cual evidencia que el consejo de clérigos islámicos, está preocupado por la propagación del cristianismo en Irán.
Básicamente, la casas iglesias son grupos jóvenes que con sus allegados se forman espontáneamente. Estos grupos están generando un rápido crecimiento y se encuentran ampliamente distribuidos en todo el país, por eso es casi imposible estimar su número y esto es lo que tiene alarmado a los clérigos islámicos.
Debido a que los nuevos creyentes no tienen permitido asistir a las iglesias oficiales en Irán, se ha visto la necesidad de crear estas casas iglesias, las cuales básicamente pueden estar conformadas por un mismo núcleo familiar. Este pequeño grupo se reúne para adorar, alabar a Dios y leer su Palabra.
Aquellas iglesias oficiales que aún estén en funcionamiento, son vigiladas de cerca por el gobierno para controlar su crecimiento, entre otras cosas. Esta vigilancia hace que las iglesias no puedan crear y distribuir su propio material de trabajo, por lo tanto, se ven en la necesidad de vincularse a iglesias o misiones extranjeras para poder acceder a los recursos vía internet o satélite.
Las casas iglesia, son consideradas una amenaza para las autoridades de seguridad en Irán, ya que aparta a los ciudadanos del régimen islámico tradicional; por lo tanto los ayatolás se dedican a prevenir que los jóvenes iraníes y sus familias se conviertan al cristianismo.
El ayatolá Jafar Sobhani, hizo un llamado a la sociedad islámica y a los seminarios a estar alertas ante los jóvenes impíos –atraídos por los cristianos- porque son inducidos en aceptar la fe cristiana. De la misma manera, Sobhani, quien también es profesor del seminario en Qom, reconoció que 600 jóvenes se habían convertido al cristianismo en Neyshabour.
Por su parte el ayatolá Vahid Khorasani, uno de los expertos más altos del perfil de los chiítas en Irán, también ha reconocido el crecimiento de la fe en Cristo presente en Irán. Hace algún tiempo, el ayatolá Khorasani, criticó la difusión del cristianismo. Así que se dirigió a las autoridades de alto perfil y dijo: «El evangelismo cristiano debe ser eliminado o voy a deshonrar a los que lo están dejando hacerlo».
Desde hace más de dos décadas, los cristianos en Irán han sido objeto de ataques de violencia, persecución, encarcelamiento y hasta la muerte, debido a que los ayatolás, y las autoridades del régimen islámico han provocado y presionado a los entes de seguridad y al gobierno para que arremetan contra los hijos de Dios.
Un ejemplo de esta persecución es el caso del pastor iraní, pero ciudadano norteamericano, Saeed Abedini, quien se encuentra preso por predicar el evangelio de Cristo y ha sido sentenciado a 8 años de prisión, lejos de su casa y de su familia.
Muy a pesar de esta situación, la fe en Jesús se incrementa a pasos agigantados, no sólo en Irán, sino alrededor del mundo y para aquellos que no gozan de la libertad de culto y que tienen más que una simple restricción para adorar al Dios Altísimo, es un honor ser objeto de burla y violencia pues la Biblia dice que «…el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» (Fil. 1:21).