(Milena Varón R. y Jaime Garzón B. – Articulistas).-
Principios para una administración saludable
Uno de los temas de mayor complejidad en el matrimonio es el manejo del dinero, ¿quién lo debe distribuir?, ¿cuánto se invierte?, ¿qué se gasta?, entre otras preguntas. Y si a este escenario le involucramos que la mayoría de matrimonios al momento de unirse, ya tienen deudas o cuentas por pagar. Entonces, ¿cómo debemos manejar la provisión que Dios da al hogar?
Principios bíblicos para entender
1. Hageo 2:8: Entendiendo que Dios es el Dueño y Señor de todo lo creado, y específicamente del oro y la plata, del cual habla el versículo de Hageo, vemos que nosotros no somos dueños, si no mayordomos o administradores de lo que Dios provee a nuestro hogar.
2. Hebreos 13:5: Resulta muy fácil convertir al dinero en un dios, y los ídolos llevan los hogares a la decadencia, por lo tanto debemos darle el lugar que le corresponde y entendamos que Dios como Padre, nos da la promesa de nunca abandonarnos.
3. Efesios 6:5-9: Dios nos enseña que debemos trabajar para el hombre como si trabajáramos para Dios, no queriendo agradar al hombre si no a Dios.
4. Proverbios 22:7: Cuando tenemos deudas nos convertimos en esclavos de nuestros acreedores, Dios nos quiere libres y por tal razón debemos pagar nuestras deudas.
5. Proverbios 21:20: Este versículo nos habla de la importancia del ahorro.
6. Proverbios 3:9-10: Debemos dar nuestro diezmo y ofrenda, Dios bendice la obediencia y además promete la provisión para nuestro hogar.
Nuestro plan familiar
Luego de leer los principios bíblicos, aun nos seguimos preguntando ¿quién va a manejar el dinero? o ¿cuánto debemos aportar en el hogar?, ese no es un tema del que se ocupe Dios, por el contrario, Él nos da libre albedrío; es decir, las finanzas son un tema de planificar, administrar y de oración familiar, es un tema que compete tanto a los padres como a los hijos y por tal motivo todos en el hogar somos parte de este plan.
Si logramos entender que el dinero representa una bendición de Dios, y por ende la provisión para el hogar, le damos el lugar que le corresponde dentro del hogar, podremos realizar una mejor administración de este recurso.
Y si ya existen deudas en nuestro hogar….
Uno de los principios precisamente es no tener deudas, debido a que espiritualmente cuando le debemos a alguien nos hacemos esclavos de nuestro prestamista. ¿Quién quiere eso?, lo primero que debemos hacer es un listado de las inversiones fijas del hogar, tales como servicios domiciliarios, cuota del apartamento o casa, cuota del carro, transportes, alimentación, colegio de los hijos, en fin listar todas aquellas obligaciones de las cuales ya somos responsables. Se preguntarán porqué le llamamos inversiones y no gastos, es por una sencilla razón, las cosas que listamos anteriormente hacen parte de la calidad de vida que nos damos y de la cual no podemos prescindir.
Los gastos representan todas aquellas compras espontáneas, que también deben ser tenidas en cuenta a la hora de planificar el dinero en el hogar.
Y por último, las obligaciones financieras como el pago de tarjetas de crédito y el ahorro.
Como vemos, la suma de las inversiones, gastos, obligaciones financieras y ahorro, no deben superar los ingresos del hogar. Al realizar dicho ejercicio veremos con claridad cómo estamos manejando nuestras finanzas.
Como último consejo, no se endeude con tarjetas de crédito, si desea comprar algo, ahorre y hasta tanto no tenga el dinero no lo compre, le sale mucho más barato; por otro lado, si ve que tiene muchas deudas comience a ponerse metas de pago iniciando por las deudas más pequeñas y en la medida que se va liberando dinero se van realizando pagos adicionales a las demás deudas de tal forma que se pueda más rápido el pago total.
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