Un total de 25 diputados a favor y 19 en contra, fue el resultado final de este debate
(Róger Murillo – Periódico Maranata).-
Pese a que la jerarquía católica y la evangélica, hicieron un llamado en forma independiente de apoyar la propuesta de varios diputados para orar por Costa Rica el pasado domingo, la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó la iniciativa que declara el 30 de mayo de este año, como “Día Nacional de la Unión y Oración”.
Un total de 25 diputados a favor y 19 en contra, fue el resultado final de este debate.
Los legisladores que votaron a favor fueron, los del bloque Nueva República, Restauración Nacional, algunos de la Unidad Social Cristiana y de Liberación Nacional, como también varios diputados independientes.
Estuvieron en contra; María Vita Monge, Pablo Heriberto Abarca y Pedro Muñoz del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Los nueve diputados presentes del Partido Acción Ciudadana (PAC), José María Villalta del Frente Amplio (FA) y Daniel Ulate, Wagner Jiménez, Paola Valladares, Yorleni León, Silvia Hernández y Aida Montiel de Liberación Nacional (PLN).
Una de las fracciones legislativas más antagónicas fue la del Partido Acción Ciudadana (PAC), que en un comunicado manifestó que los diputados deben velar por el respeto de los derechos humanos, incluida la libertad de conciencia y religión.
“Por tal razón consideramos un peligroso precedente que la Asamblea Legislativa inste a la población a participar de un día nacional de oración. Consideramos que tal tipo de llamados, efectuados por diputados y diputadas, son una intromisión en la vida íntima y espiritual de las personas. La Asamblea Legislativa carece de las atribuciones para dar instrucciones a las y los ciudadanos sobre cuándo, cómo o por qué motivos orar. No le corresponde al poder político liderar la fe de la población”, reza parte del texto de la fracción del gobierno.
Otro que se opuso completamente a la propuesta fue José María Villalta del Frente Amplio, expresando que el hecho de que “la Asamblea Legislativa haga un llamado nacional a la oración implica una intromisión del Estado en aspectos privados y propios de la libertad religiosa de cada habitante”, según dijo.
Como legisladores, agregó, “no tenemos por qué meternos en temas íntimos de cada persona. Un peligroso precedente para la libertad individual y de culto en Costa Rica. No es un poder del Estado el que debe decirle a la población cómo o cuando orar”.
No podía quedar atrás Paola Vega, quien igual se opuso a la moción, asegurando que la Asamblea Legislativa no tiene injerencia en las creencias religiosas de la gente.
“La potestad y competencia de hacer un llamado a los costarricenses a orar le compete a líderes religiosos y no políticos y es irrespetuoso con los creyentes y personas que oran de buena fe, hacer este tipo de charlatanería”, añadió.
A su discurso se le unió su compañera de fracción Carolina Hidalgo, quien dijo que no debe mezclarse la religión con el plenario.
Incluso ambas le pidieron a la presidenta del Congreso, Silvia Hernández, que no sometiera la propuesta a votación.
LA PRESIDENTA DIJO “SÍ SE AGENDA”
Esta moción de orden que se presentó el pasado 18 de mayo, buscando varios objetivos como, solidaridad hacia quienes sufren por Covid, oración en forma unida por el país y declarar el 30 de mayo de este año como Día Nacional de la Unión y la Oración, estuvo a punto de no aprobarse debido al bloqueo de estos opositores.
El tema no había logrado avanzar en la corriente legislativa, pero el jueves 27 de mayo, último día laboral de los diputados, se discutió si se podía incluir o no en la agenda y al final se logró.
Después de escuchar criterios del Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa y revisar las propuestas, la presidenta del plenario Silvia Hernández, aceptó incluir la petición en los temas para esa sesión.
La iniciativa original fue del bloque Nueva República, apoyada por Restauración Nacional y otras fracciones, sumando más de 30 firmas de diputados, como ya se informó.◄