(Verdad y Vida – Redacción).-
El pastor David Hormachea, conferencista, comunicador y escritor sobre temas de familia, desarrollo personal, liderazgo, ética, cívica, política y de exposición bíblica, profundizó en entrevista exclusiva para Verdad y Vida, sobre la importancia de una correcta enseñanza, apegada a los principios bíblicos de las personas, lo cual hace mayormente a través de su programa radial “Principios” por cientos de emisoras del mundo.
Ante todos los desmanes morales y corruptelas que los políticos y gobernantes latinoamericanos vienen cometiendo, además de la función del cristiano como sal y luz ¿debemos de una vez por todas asumir responsabilidades políticas directas como creyentes?
– Uno de los serios errores que cometió el liderazgo de la iglesia fue segmentar la vida cristiana. Dividieron lo secular de lo sacro en vez de separar como lo hace la Biblia entre lo pecaminoso, la maldad, y lo santo, la bondad. Para el cristiano no existe nada secular pues todo tiene que verlo desde la perspectiva bíblica que identifica algo como santo o pecaminoso. La música, las personas, las ideas, los trabajos, las filosofías, la política, los gobiernos, las ideologías son cosas buenas, necesarias o destructivas, dependiendo de quién y cómo las practica. Para el cristiano todo lo que hace debe ser santo sea en su sexualidad, la disciplina de los hijos o la política. La política no es mala, tampoco la sexualidad, pero los líderes por años han enseñado que el cristiano no debe hablar y los líderes no deben enseñar sobre sexualidad o política. Es hora que entiendan que el cristiano debe participar, pero con valores cristianos.
¿Deben los líderes cristianos hablar abiertamente del tema político y gubernamental solo afuera o enseñarlo también dentro de la iglesia?
– Todo el consejo de Dios debe ser enseñado. Así como debemos ensenar a que disciplinen a sus hijos, que desarrollen su vida sexual, que manejen su vida laboral, tenemos la obligación, no la opción, de enseñar sobre participación en la vida cívica y la vida política.
Usted es uno de los que señala abiertamente que podemos y debemos indicarle a nuestra gente por quién votar dada la importancia de nuestra decisión ¿cree que la Iglesia en Latinoamérica está preparada para ese paso?
– Un líder bíblico nunca debe enseñar algo pensando en si la gente está preparada o no. La gente no estuvo preparada cuando publiqué mi libro «Una puerta llamada divorcio», pero no es lo que la gente quiera o no le guste, es lo que la Biblia dice que tengo que enseñar… mi deber no es cambiar lo que enseño de acuerdo a la preparación de la gente o no hacerlo si la gente se opone, mi deber es enseñar la verdad aunque a la gente no le guste, no esté preparada o el liderazgo se oponga, y ni siquiera me invite a sus congregaciones, pues ahora por las redes sociales podemos instruir a millones de personas que están molestas porque sus líderes no les enseñan bíblicamente a enfrentar los desafíos de las ideologías de la modernidad. Tristemente muchos líderes que le dicen directamente a las mujeres que no deben usar pantalones, y esa es su opción, y quienes dicen a sus jóvenes que deben o no deben casarse con una persona, no quieren que yo diga con nombres y apellidos por quien no debemos votar o por quien debemos votar.
Temas como la ideología de género, ateísmo, agnosticismo, entre otros, son abordados públicamente por muchos políticos y gobernantes mientras que el liderazgo cristiano se muestra aún timorato de salir a la palestra pública, ¿a qué cree que se deba, falta de preparación, temor o compromisos políticos?
– Creo que es una combinación de eso. Lo he dicho claramente y tampoco le gusta a la gente pero es la verdad. El mundo está dividido en dos partes con variaciones al medio. Se divide en izquierda y derecha, y también los cristianos, aunque lo nieguen, todos tenemos una inclinación. Todos llegamos al evangelio inclinados a la izquierda o la derecha. Pero ese no es el problema. El problema es que debido a que el liderazgo no tiene cursos bíblicos y sistemáticos sobre valores y ética cristiana, muchos cristianos nunca cambian su inclinación. Yo puedo tener inclinación a la filosofía de izquierda o de la derecha, pero así como alguien puede haber tenido inclinación al robo, o a dependencias, o a la flojera, o tendencias al adulterio, a la fornicación o al homosexualismo, toda inclinación política, sexual, filosófica debe ser evaluada bíblicamente y determinar qué idea, qué comportamiento, qué acción que produce esa inclinación, se ajusta a los principios del cristianismo. Obviamente también existe una falta de preparación y falta de crear conciencia que participar de la vida familiar, laboral, cívica, política, no es una opción, es una obligación y debemos participar basados en la ética cristiana que tristemente la mayoría del pueblo evangélico no conoce porque casi no existen cursos de ética, de valores en las congregaciones.
¿Qué recomendaría para avanzar contra el progreso de la agenda del lobby gay en América Latina?
– Que el liderazgo de la iglesia, aunque sea un pastor, o 10, mejor 1.000 pastores comprendan que lo que enseño es bíblico y que nosotros somos los responsables de la ignorancia de la gente que asiste a nuestras congregaciones. Que comprendan que deben dejar de invertir dinero en música y conciertos cristianos. Es que una iglesia que invierte en los mejores equipos de sonido, luces, asientos reclinables, y no invierte en la enseñanza ética, moral, de valores cristianos… la gente necesita conocer la ética cristiana para practicarla. La agenda del lobby gay es mundial, invierten recursos, preparan a su gente, están vendidos a su idea, trabajan, preparan los mejores materiales, invierten en medios de comunicación, son apasionados de su ideología, preparan activistas, hacen hobby político, salen a votar, etc. Eso no hace el pueblo evangélico, no se unen a la causa de la moral bíblica, les interesa más una canasta de alimentos o un bono de maternidad que ese político avance, la agenda gay o promueva el aborto de los niños que nunca disfrutarán de la canasta de maternidad.
¿Ve usted alguna diferencia entre los gobiernos de izquierda, centro o derecha en torno al tema moral y de la equidad religiosa?
– La diferencia radica en lo siguiente. Primero, en cuan fiel es el político a la filosofía de su partido y cuan a favor o en contra esta de la ética bíblica. Segundo, existen partidos políticos confesionales o que aceptan la creencia en Dios pero su gente es religiosa y no le interesa nada la moral judeo/cristiana o poco a poco van cediendo en ciertos aspectos morales y son una mezcla de principios humanistas y anti Dios y algo de moral absoluta. Esos partidos coinciden en algo con nuestros valores morales, apoyan en algo la agenda moral. Tercero, también existen los partidos ateos, agnósticos, humanistas, que están a favor de la agenda del neo izquierdismo que está a favor de casi todo lo que la Biblia condena como ideología de género, aborto, homosexualismo, prostitución, eutanasia, bisexualismo, lesbianismo, transgéneros, etc. La diferencia más grande la hace el partido que esté más o menos en acuerdo con la agenda ética y económica de la Biblia que da las bases para el libre mercado, libre competencia, estado pequeño, responsabilidad personal, libre empresa, libertad de expresión, de prensa, de culto, etc.
Si usted fuese invitado para hablar en una reunión de la OEA delante de los presidentes de nuestro continente, ¿qué les criticaría y qué les recomendaría que hicieran en cuanto a temas fundamentales como la seguridad de la familia, la moralidad, la administración de los recursos económicos y la libertad religiosa?
– Les criticaría que todos en parte o totalmente están comprometidos con la agenda de los liberales morales y ceden a las presiones de la OEA, las Naciones Unidas, y muchos otros organismos internacionales que no solo han sido patrocinadores de la agenda de la ideología de género, sino que han invertido dinero y lo que es más grave, obligan a los gobiernos que quieren recibir ayuda económica a implementar sus agendas anti ética judeo/cristiana. Les recomendaría que por lo menos sean justos y que no engañen a la gente diciendo que quieren un estado laico que no tiene compromiso ni recibe ideas de ninguna religión pues el ateísmo, el agnosticismo, el progresismo, el secularismo es una religión, una de las más grandes del mundo pues su dios es el hombre y cada uno hace lo que bien le parece y cada persona puede elegir desde su partido político hasta su sexo y no solo los adultos sino aun los niños. Les diría que sean justos y que por lo menos nos dejen democráticamente luchar contra sus ideas sin tratarnos de homofóbicos, xenofóbicos, etc.Concluyó el Dr. Hormachea señalando: «he sido pionero en hablar de temas que han sido tabúes para muchos cristianos, pero pueden estar seguros que yo no cambio mi teología, doctrina o ética cristiana dependiendo de lo que piense la gente, lo que me ocurra a mí o la experiencia dolorosa de otro. Mis experiencias no determinan mi teología, mi teología, mi ética cristiana determina mis experiencias. Estoy convencido que los líderes, las congregaciones, los cristianos deberían comenzar a invertir en ministerios que se dedican a la enseñanza de la ética bíblica pues deben existir cursos de valores en todas las congregaciones. La iglesia debe tener congresos sobre estos temas, debemos enseñar, preparar maestros para que enseñen ética cristiana a los niños desde que comienzan su vida en la iglesia».◄