(ICC/ VyV – WASHINGTON).-
A principios de año, 16 niños cristianos fueron rescatados de manos de traficantes de personas en Dhaka, Bangladesh. Recientemente, fuentes de la comunidad de cristianos y los medios de comunicación locales, indicaron que se maneja la hipótesis de que once de estos niños han sido víctimas del tráfico de personas por segunda vez y que han sido llevados a madrasas (centros de entrenamiento islámicos), donde serán obligados a la conversión al islam y estudiar el Corán.
Ante tales hechos, los padres de los niños se pronunciaron, y uno de ellos declaró a la organización internacional que se preocupa por los cristianos (International Christian Concern, ICC) que luego de recuperar a sus hijos, no contaban con que desaparecieran otra vez. «Nosotros jamás pensamos que nuestro hijo sería llevado a madrasas», declaró.
Fuentes revelaron que algunos padres, luego de recuperar a sus hijos, recibieron amenazas por parte de los traficantes, las cuales pararon cuando desaparecieron los niños. «El líder de los traficantes, paga una alta cantidad de dinero a los secuestradores y traficantes para que lleven a los niños a los centros de entrenamiento islámico», reveló una fuente a ICC. «Debido a esto, amenazaron a los padres en llevarse a los niños una vez más. Todo se debe a las grandes sumas de dinero y adicionalmente, a que no hay castigo alguno para el tráfico de personas».
La organización ICC reveló que por lo menos 141 niños han sido rescatados de estos centros de entrenamiento islámico desde mediados del año pasado. Los padres, no han podido levantar cargos ante los líderes Norbert Tripura y Binoy Tripura –entre otros- debido a la falta de dinero y el miedo a las represalias. «Los cristianos en Tripura (Estado de la India) son bastante pobres y no pueden costear un juicio en contra de los traficantes, quienes manejan grandes cantidades de dinero, prefieren orar y entregar sus cargas a quien todo lo puede: Jesús.
La justicia
La Biblia revela que «Dios es un juez justo, siempre enojado con la gente malvada» (Salmos 7:11, RVC), por lo tanto Él se encargará de traer su justicia en situaciones como la que se vive en Bangladesh y en Tripura.
La ignorancia de la Palabra de Dios provoca que las personas cometan errores sin importar las consecuencias que estos puedan traer; de modo que se observan crímenes de este tipo (tráfico de personas, maltratos, abusos físicos, verbales, psicológicos, entre otros) en países donde los líderes adoran ídolos e imágenes y no al Dios eterno.
Romanos 12:19 dice: «No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito: ‘Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor’».