(Edgar Rojas – Verdad y Vida).-
Con el auspicio del Grupo Ebenezer presidido por Elís José Fernández y las fraternidades ministeriales y pastorales que hacen vida en la ciudad de Barinas, se llevó a cabo el pasado 26 de septiembre en la calle Mana de la ciudad marquesa el «Clamor a Dios por Venezuela» con el reverendo Jorge Raschke.
En la concentración y toma evangelística, Raschke disertó a cerca de Sodoma y Gomorra, enfatizando que Dios siempre revela las cosas; cuando el diluvio Dios usó a Noé como pregonero de justicia alrededor de 120 años, Él tiene un tiempo para todo.
«Dios miró la tierra y cuando vio la maldad de los antediluvianos, a Dios le dolió en su corazón lo que estaba pasando, hoy día a Dios le duele lo que le está pasando a la Iglesia. Él está viendo todo lo que en este país está pasando, el Señor contempla la violencia, las lágrimas de las madres, la corrupción, y Dios tiene un tiempo; y llegó el momento en que Dios cerró el arca, se acabó la oportunidad, fue así como el diluvio acabó con el mundo de aquel entonces», expresó Raschke.
Además, aseguró que «la última palabra la tiene Dios, Noé les dijo escapen por su vida, el arca estaba allí, pero no escucharon la advertencia, Dios le está advirtiendo a Venezuela, Él levantará la última protección que queda. ¿Qué tendrá que hacer Dios con la iglesia?, ¿tendrá que permitir persecución? ¿Que tendrá que hacer con este pueblo para que deje su idolatría?, se preguntó Raschke; aclarando que es necesario que el pueblo sepa que la salvación no viene de Rusia, de Estados Unidos, de Pekín, ni de ninguna otra parte del mundo.
«Las señales están ahí, las guerras, el hambre, la miseria, miedo es lo que hay en el mundo, pero nosotros los que estamos en Cristo no temeremos mal alguno; porque «El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente» (Salmo 91:1). Dios no te dejará morir de hambre, porque no he visto justo desamparado, si lo que pasa en Venezuela, pasara en otro país, ya hubiera un derramamiento de sangre. Lo que impide no ha sido quitado, ¿y qué es lo que impide?, que la Iglesia que aún no ha sido quitada», señaló el reverendo dirigiéndose a la multitud que plenó el lugar.
«Venezuela está en las manos de Dios, Él tiene el control, ¿hasta dónde llegará la maldad? Llegará hasta que Dios lo permita y ustedes lo permitan, cuando ustedes se agarren en oración, ayuno y usen las armas del Espíritu que dice Pablo en 2ª Corintios 10:4-5, «porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo». «…No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos» (Zacarías 4:6). Ustedes son la sal de Venezuela, por eso esto no se ha desintegrado por completo», prosiguió el evangelista.
«Hoy el pueblo venezolano tiene frente así una decisión, el miedo, la escases, la mentira repetida del diablo diciendo que esto no tiene solución, que esto no tiene salida, ha hecho que millones salgan desesperadamente, sin dirección de Dios, abandonando sus casas, sus familias a los diferentes países del mundo. Si Dios te mando, amén, pero si es la desesperación, el miedo y el pánico, yo te digo que hay un peligro, mejor quédate aquí porque esta es la tierra bendecida que Dios te ha dado», dijo Raschke, aconsejando a los venezolanos que en medio de la crisis deciden emigrar hacia otras naciones, fenómeno que hoy se conoce como ‘la diáspora venezolana’.
«En Venezuela hay tanto petróleo, que el mundo anhela tener lo que tiene este país, todavía la tierra sirve para la agricultura, aquí la que ha fallado no es la naturaleza ni Dios, ha sido el pecado de los hombres y mujeres que han abandonado la fe en Cristo y han seguido a los hombres ciegamente. Una visión que yo aprecio, es que la tierra dará suficiente de nuevo, será tan bendecida que de aquí saldrán misioneros a toda Suramérica», profetizó Raschke.
«Este pueblo es la esperanza de Venezuela, la Iglesia no son los políticos, la Iglesia no son las emisoras ni los canales, la Iglesia es el cuerpo de Cristo, las mujeres que llevan la marca de la sangre de la redención, los jóvenes que no se han contaminado con el mundo, los caballeros que trabajan con el sudor de su frente y que levantan sus manos al cielo y dicen ‘gloria a Dios, al Altísimo Señor de Venezuela’. Daniel era un hombre común, pero tenía su fe puesta del futuro de su nación en Dios. Y aunque tuvieron tanto tiempo esclavos en Babilonia, una noche Ciro invadió aquel lugar, y cuando llegaron, tomaron Babilonia y el rey murió, luego Dios usó al rey Ciro, porque Él usa a quien sea, y usó a Rahab la ramera para salvar a los espías. ¡Venezuela tu refugio es Cristo!», dijo Raschke; aupando al pueblo a que, «aguante un poquito más, no se vaya nadie de aquí, que no tenga orden de Dios», finalizó el reverendo con el llamado al inconverso a aceptar a Jesucristo como su Señor Salvador.
En la actividad se hizo entrega de una ambulancia por parte de Elís José Fernández Presidente del Grupo Ebenezer, a la fundación M.A.N.O.S. de la comunidad cristiana Cristo El Salvador, dirigida por los pastores Victor y Gloria Peña quienes agradecieron a Fernández por el apoyo brindado al ministerio que dirigen.
Finalmente, Francisco Nieto, coordinador del ministerio Clamor a Dios, agradeció la asistencia de los barineses y el apoyo de las fraternidades y salmistas presentes en la actividad. También reconoció las palabras de apoyo en cuanto al emprendimiento a la juventud barinesa dadas por el empresario Elís José Fernández.◄
Durante la actividad el empresario cristiano Elís José Fernández (izq.), Presidente del Grupo Ebenezer, hizo entrega de una ambulancia a la fundación M.A.N.O.S. de la comunidad cristiana Cristo El Salvador, dirigida por los pastores Victor y Gloria Peña (der.) / ER