“El Señor me hizo darme cuenta del alcance de mi ignorancia cuando estaba en la iglesia católica romana. También me hizo ver la necesidad de que los demás conocieran la verdad. No me refiero a una teoría religiosa, sino a una Persona, el Hijo de Dios, Jesús”, señala el pastor Rodríguez

(En la Calle Recta).-
Entrevista con Francisco Rodríguez:
Leyendo la Biblia, el sacerdote Francisco Rodríguez se encontró espiritualmente desafiado, puso fin a su carrera como párroco en la región de Castilla y León, vino a “De Wartburg” invitado por el pastor Herman Hegger, fundador de la fundación “En la Calle Recta” (ECR). Se casó con la española Sarah y se involucró en la revista de la fundación.
Durante años fue redactor jefe de la revista hasta que se jubiló. Este año se cumple el 50 aniversario de la llegada del ex sacerdote Francisco Rodríguez a los Países Bajos con su prometida. Un tiempo para mirar atrás y adelante.
EL AÑO 1973
Tras retirarse del sacerdocio, Rodríguez trabajó como profesor en un instituto de Barcelona. El régimen franquista de entonces consideraba al sacerdote renegado una amenaza para el estado, y lo perseguía por ese motivo. Cuando las cosas se calentaron demasiado bajo sus pies, recurrió a “De Wartburg”, donde llegó en enero de 1973.
“La familia Hegger nos acogió calurosamente. El pastor Hegger y su amable esposa hablaban español, lo que facilitó nuestra estancia. Pasamos horas e incluso días discutiendo sobre la Biblia según la dogmática católica y la Reforma. Muchas preguntas se aclararon cuando escuché la Palabra de Dios tal como la presenta la Reforma: ‘Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios’ (Efesios 2:8). Lo que más ha cambiado en mi vida personal es, salir de la esclavitud religiosa de las doctrinas de hombres religiosos, y aceptar la Palabra Viva de Dios, según lo que enseña el Espíritu, sin interferencias de la sabiduría humana”.
DIÁLOGO ABIERTO
El pastor Rodríguez añade: “El Señor me hizo darme cuenta del alcance de mi ignorancia cuando estaba en la iglesia católica romana. También me hizo ver la necesidad de que los demás conocieran la verdad. No me refiero a una teoría religiosa, sino a una Persona, el Hijo de Dios, Jesús”. Rodríguez se dedicó a escribir artículos para la revista En la Calle Recta. “Para esta gente, yo no era un extraño, sino alguien que vivía y pensaba como ellos. Como resultado, inicié un diálogo abierto con mucha gente”. En los años siguientes, Francisco Rodríguez recibió muchas respuestas de los lectores.
“Conocí a personas que primero contradecían la Palabra de Dios, y después de una, dos o tres veces se daban cuenta de que estaban equivocadas y aceptaban a Cristo como su único Salvador, sin florituras religiosas. Todo esto me animó a seguir respondiendo a todas las preguntas o dudas e incluso insultos, porque al final, he visto que el Señor puede convertir las piedras más duras en personas que aceptan a su Hijo como su único Salvador”.
VIVIR PARA CRISTO
¿Qué importante lección de vida le gustaría compartir al reverendo Rodríguez con la juventud cristiana? En esto Francisco no quiere dejar duda: “La salvación que el Padre en su infinito amor nos concede a través de la fe nunca debe reducirse a tradiciones religiosas con un nombre u otro. En mis encuentros con jóvenes creyentes, les animo a vivir siempre por y en Cristo. ‘En esto se manifestó el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo, para que vivamos para Él’ (1ª Juan 4:9)”.
LA VIDA ETERNA
El reverendo Rodríguez se ha dedicado durante años a compartir lo que aprendió de la Palabra de Dios a través de un diálogo abierto en la revista ECR. Describe su objetivo como “advertir tanto a católicos como a no católicos del peligro de la religiosidad vana”. No olvidemos nunca “que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo” (1ª Juan 5:11). Los que tienen al Hijo (en la fe) tienen la vida; los que sólo tienen tradiciones y leyes religiosas no tienen la vida eterna. Seguiré proclamando el testimonio de Dios mientras Él me lo permita”.◄