El presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham, y su hijo, Edward Graham, visitaron a los pacientes y sus familiares y animaron al equipo en esta región devastada por los terremotos

(Samaritans Purse).-
Antakya.- El presidente de Samaritan’s Purse, Franklin Graham, y su hijo, Edward Graham, visitaron a los pacientes y a nuestro equipo médico en el Hospital Móvil de Emergencias en Antakya, Turquía, el 18 de febrero.
Una vez en el lugar, dos personas que se habían sacado recientemente de los escombros llegaron en ambulancia al Hospital Móvil de Emergencias. Los dos recibieron tratamiento en otra instalación, pero se transfirieron al hospital de Samaritan’s Purse para recibir cuidado adicional. Al llegar, Franklin Graham pudo entrar a la sala de emergencias y ver al equipo de Samaritan’s Purse en acción. Después de un rato, salió para dejar que cuidaran de los pacientes.
“Tenemos un increíble equipo de personas de todo el mundo trabajando aquí”, dijo Franklin Graham. Ambos Grahams pasaron tiempo de calidad animando a los del equipo de asistencia para desastres esta semana. Cerca de 100 personas, entre ellos el personal médico y especialistas en desastres, se encuentran en la región.
El hospital móvil ha recibido más de 500 pacientes y ha realizado varias cirugías desde que abrió el 13 de febrero. Los médicos, enfermeros y personal médico tratan a los que llegan con huesos rotos, infecciones y otras necesidades urgentes, producto de los terremotos que diezmaron comunidades enteras. El equipo también ve a pacientes que necesitan cuidado por serias enfermedades crónicas que requieren atención debido a que el sistema de salud regional se ha afectado.
“El daño es increíble”, dijo Franklin Graham. “Todos los edificios están inclinados o con grietas. Tardarán años en recuperarse”.
El doctor Chris Brandenburg, uno de los doctores de emergencia que sirven en el hospital móvil, dijo que las personas están tan traumatizadas por lo que han experimentado que no están cuidando sus heridas físicas.
“He estado en muchas situaciones de emergencia en 30 años y nunca había visto algo así”, dijo el Dr. Brandenburg. “Muchos pacientes están en duelo por haber perdido familiares, amigos y hogares. Muchos han ignorado sus necesidades médicas porque están tan centrados en sus pérdidas”.
“Estuvimos en el lugar muy pronto después de los dos terremotos del 6 de febrero que sacudieron Turquía a pocas horas el uno del otro y destruyeran las ciudades en el sur”.
Los residentes han sufrido pérdidas inimaginables mientras buscan y esperan noticias, en medio de semanas invernales extremas.
Más de 40.000 personas murieron después de los temblores y las réplicas que aún se sienten. Decenas de miles están heridas.
EDWARD GRAHAM ES TESTIGO DE LA SANIDAD DE DIOS EN MEDIO DE LA DESTRUCCIÓN

Al principio de la semana, Edward Graham, que ahora presta servicio como jefe de operaciones de Samaritan’s Purse, viajó con nuestros equipos de ayuda para revisar los daños en las comunidades alrededor de Antakya. Conoció a familias en la región, muchas en duelo, ahora que las operaciones de rescate están en una fase de recuperación.
“Son personas que literalmente están en las zanjas y en las canaletas del mundo en este momento. Nadie más puede actuar ni ayudar”, dijo Edward Graham. “Pero Dios nos ha dado esta capacidad, y nosotros podemos ir y amar a nuestro prójimo en un tiempo como este”.
También conoció al bebé Selim (nombre cambiado por razones de seguridad) que llegó a nuestro hospital en malas condiciones.
“Ha sido una bendición verlo recuperarse”, dijo Edward Graham, quien pudo cargarlo en brazos. “Necesitaba tratamiento inmediato. No hubo tiempo para llevarlo por aire a otro hospital. Y este pequeño vivirá gracias a que el hospital estaba aquí”.
“Aquí nos trajo Dios. Oro que seamos fieles al Evangelio y a nuestra misión y que podamos bendecir a la gente de Turquía al amarlos y servirlos de manera incondicional”, dijo Edward.
Por favor, sigue orando por las muchas familias y comunidades en luto después de los terremotos. Ora que experimenten la esperanza a través de un encuentro con Jesucristo. Ora también por nuestros equipos, su seguridad, fortaleza y perseverancia, mientras sirven a los que sufren en Su nombre.◄