Gota:
«Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación» (Mateo 5:4). Los que lloran. Esto se refiere al lamento por el pecado, a la tristeza piadosa que produce el arrepentimiento que lleva a la salvación sin pesar alguno. La consolación, es la consolación del perdón y la salvación.El mundo hoy a través de la ciencia y la tecnología ha hecho todo lo posible para no sentir dolor alguno. Tenemos psicólogos y concejeros que nos hacen olvidar la culpa, la ciencia y los adelantos médicos te calman el dolor, a través de las compañías de seguros tiende a desaparecer las preocupaciones e incluso las compañías funerarias tratan de embellecer nuestros cuerpos cuando morimos.Sin embargo, la Biblia nos dice que cuando el Señor Jesús vio el pecado a su alrededor este quebrantó su corazón, Él sufrió por Jerusalén y por la condición de pecado que hay en el hombre.
Valor: La condición del hombre sin Dios quebranta el corazón del Señor. ¿Le quebranta a usted? Tal vez en medio de este mundo que se dirige al infierno ya usted no tiene una lágrima más que derramar. Hoy es el momento de derramar nuestro llanto y oración ante Dios por este mundo y ser como fue el Señor Jesús. Dios le bendiga.
Ramón Tovar
Pastor y columnista
tramon63@gmail.com