El término “hackear” es conocido en el contexto de la informática, ya que define la acción de entrar de forma abrupta y sin permiso a un sistema de cómputo o a una red. Pero en la actualidad no solo las computadoras parecen ser “hackeadas”, sino que las mentes también.De allí que el autor argentino Jorge Rudko escribiera y recientemente publicara el libro “Mentes hackeadas, la supresión de la libertad personal”, que enfoca desde un punto de vista muy interesante lo que los adelantos tecnológicos han causado en el ser humano. En entrevista para Verdad y Vida, explicó que “Mentes hackeadas” surgió de ver el comportamiento de las personas, en cualquier momento o lugar. “Observamos que la gente se está comportando como que están hackeados, la mayoría está mirando para abajo y ni se da cuenta que está en una condición subordinada a algo, porque lo lleva a un nivel de adicción tan profunda que aunque muchos los podemos reconocer con un poquito de investigación, nadie quiere hablar sobre el tema”, dijo.Aseguró que la mente es hackeada no solamente “por los medios sociales sino por todo lo que está involucrado en el contexto de la tecnología moderna”. Estableció en su libro que “estamos aislándonos cada vez más de lo humano para disfrutar de lo simulado. A tal punto que hoy enfrentamos una crisis de identidad. ¿Cómo haremos exactamente para estar en el mundo sin pertenecer a la ‘World Wide Web’?”.
¿Tiene que ver con mensajes subliminales y esas informaciones que nos están disparando y moldean nuestra mente?
– Bueno sí, los mensajes subliminales existieron y existen desde la creación de la TV y existen en la realidad de hoy, por supuesto con más intensidad. La problemática de hoy es que nosotros nos estamos subordinando a la realidad de la vida y formado un perfil virtual de nosotros mismos y eso nos transforma en seres antinaturales, es decir, no es lo que Dios creó. Dios nos creó para tener una comunicación cara a cara, para abrazarnos los unos con los otros, para caminar juntos, para observar todo lo que Él creó. Sin embargo, todo eso se está eliminando de una manera acelerada gracias a la tecnología moderna porque nos presenta una copia de lo que existe pero de una forma inmediata y accesible, en todo momento, en todo lugar, lo que se me ocurre inmediatamente lo consigo y no importa qué tipo de persona soy y entonces eso provoca una dependencia que nos lleva a una adicción.
Anteriormente eso se daba más entre jóvenes y adultos pero hoy lo vemos en los niños, ¿desde qué edades empieza la gente a ser hackeada?
– Lo más peligroso es que el hackeo puede originarse a temprana edad en el niño, por lo tanto yo le aconsejo a los padres con niños pequeños que no le permitan el acceso a dispositivos digitales hasta la edad de siete años aproximadamente porque ese es el segmento donde el cerebro de uno se desarrolla.
[quote arrow=»yes»]En la actualidad no solo las computadoras parecen ser “hackeadas”, sino que las mentes también[/quote]Esto tiene que ver netamente con el campo de la mente o hay alguna relación con la parte espiritual, ¿qué podemos hacer como cristianos para cuidar nuestra mente?
– Bueno, hay muchísimo por hacer. Lamentablemente el tema entró en las iglesias, entonces no hay diferencia entre el mundo y la iglesia. La iglesia también está hackeada y hasta los mismos ministros, pastores, sacerdotes, obispos, quien sea que esté al frente, están en la misma condición, por eso nadie habla porque estamos todos en las mismas. Lo importante es que los que están en la posición de liderazgo puedan educarse a fin de educar a la congregación, entonces la congregación puede educar a la familia y esta puede educar a la comunidad, y eso es lo que nosotros necesitamos hacer; sin embargo no está ocurriendo porque estamos todos enchufados en este tema que nos está llevando a velocidad muy alta y nos está complicando la relación con nuestros hermanos, nos está complicando nuestro cerebro por sobre todas las cosas porque reduce la capacidad nuestra de memorizar, ya no memorizamos más, nadie memoriza ni un versículo bíblico ni cómo llegar a su casa porque usa una manera tecnológica, va a hacer un viaje y depende de una voz que le dice qué hacer y qué no hacer, y Dios quiera no se caiga la señal porque si no, nunca va a volver a su casa.Lamentablemente, “ese es el mundo en el que estamos viviendo hoy, entonces lo que el libro está haciendo, es enseñando al final de la advertencia que te está dando y la relación a mucho de lo que la Biblia nos enseña, que uno lo puede descubrir a medida que está leyendo; es una solución, un balance, de qué manera manejar este tema. Entonces es un libro que sirve para educar desde aquel que está en el liderazgo hasta la última persona en nuestra comunidad”.
Jorge Rudko
Es argentino, nacido en la ciudad de Buenos Aires, hijo de padres inmigrantes europeos, pero emigró a los Estado Unidos en la década de 1980. Integró el servicio militar en el ejército argentino y hoy continúa sirviendo con el mismo honor de patria y cultura, ya sea en los EE. UU o en Argentina. Actualmente se desempeña en tareas educativas en el estado de Carolina del Norte, principalmente en el área de salud pública. Trabaja como intérprete consecutivo y simultáneo y es instructor de intérpretes especializados en medicina.Es ministro, consejero matrimonial y asesor de finanzas familiares. Junto a su esposa Adrianne viven en Charlotte, Carolina del Norte, con quien tiene cuatro hijos.Para conocer más del autor visite su página en el Internet: www.jorgerudko.com◄