Las buenas intenciones, están basadas en nuestro criterio, he ahí el problema. Nuestro criterio muchas veces está errado, la sabiduría está en dejarse conducir por el criterio de Dios

“Sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3:5).
Realmente no fue mala intención, lo que movió a Adán y Eva para desobedecer a Dios. Quisieron parecerse a Dios, además de conocer el bien y el mal. La intención era buena, sin embargo, no es suficiente, la obediencia es lo más importante. Mucha gente de buena intención no irá al reino de Dios, porque las buenas intenciones están basadas en nuestro criterio, en la manera como percibimos las cosas.
Yo maté un pollito queriéndole hacer bien, hace unos 50 años atrás. Una gallina sacó una camada de pollitos, pero estaban infectados de piojillo, unos animalitos miniaturas apenas visibles, que se alimentan con la sangre de los pollitos. Eran casi imperceptibles, pero al ser tantos, terminaban matando a los pollitos. Yo no sabía cómo ayudarlos y se me ocurrió bañar uno con querosén, un derivado del petróleo. Bueno los piojillos se murieron, pero el pollito también, no aguantó lo fuerte del querosén. Mi intención fue la mejor, pero el resultado el peor, un inocente pollito perdió la vida.
Alguien dijo que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, y es muy cierto, creo que la mayoría de la gente hace las cosas con buena intención. Pero como dije antes, las buenas intenciones, están basadas en nuestro criterio, he ahí el problema. Nuestro criterio muchas veces está errado, la sabiduría está en dejarse conducir por el criterio de Dios, que es su voluntad, allí no habrá equivocación. Nosotros ignoramos tantas cosas, nuestra visión es muy limitada.
Hay quienes, huyendo del hambre, se van a otro país y allá los alcanza la guerra, y muchas cosas así. Lo mejor para el hombre es someterse bajo la voluntad de Dios, Él guiará nuestra entrada y nuestra salida, su Palabra será lámpara a nuestros pies, lumbrera a nuestro camino. Que tu buena voluntad, esté guiada por la de Dios Todopoderoso.
¡Dios te bendiga!!!
Fernando Regnault
Maestro de la Palabra
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