La Biblia asegura que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y que la homosexualidad y el sexo fuera del matrimonio constituido por Dios es pecado

(Agencias – Verdad y Vida).-
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió el jueves 22 de octubre a la Asamblea Nacional, cuyo nuevo mandato comienza en enero, que discuta el matrimonio entre personas del mismo sexo, luego de citar los comentarios del Papa Francisco (21 de octubre) en apoyo de las uniones civiles para parejas del mismo sexo.
Los comentarios del Papa han sido los más claros hasta ahora sobre los derechos de las personas homosexuales. El matrimonio igualitario no es legal actualmente en Venezuela, a pesar de las leyes o decisiones judiciales en otros países sudamericanos como Argentina, Brasil y Colombia que legalizan el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Tengo amigos y conocidos que están muy contentos con lo que dijo ayer (21 de octubre) el Papa”, comentó Maduro en un acto con líderes del gobernante partido socialista antes de las elecciones legislativas programadas para el 6 de diciembre. “Dejaré esa tarea, la tarea de Matrimonio LGBT, a la próxima Asamblea Nacional”, agregó.
NO POR ESO DEJA DE SER PECADO
La Iglesia de Cristo a nivel mundial lo ha venido diciendo hasta el cansancio, no importa lo que los hombres y sus instituciones digan o aprueben en materia moral, eso jamás anulará los principios eternos de Dios presentes a lo largo de toda la Biblia.
Ni los parlamentos pueden legislar la moral ni los máximos tribunales de las naciones pueden dictar sentencia por sobre lo que dicen las Escrituras entregadas por el Creador, quien finalmente condena la inmoralidad sexual cualquiera sea su manifestación.
La Biblia asegura que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, y que la homosexualidad y el sexo fuera del matrimonio constituido por Dios es pecado; lo que se diga, apruebe o acepte fuera del dictamen divino no anula que es un grave pecado y que “la paga del pecado es muerte [eterna], pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).