(Verdad y Vida).-
La concejal María Angélica Bellorín, recientemente fue electa como presidente del Concejo Municipal de Antolín del Campo, Nueva Esparta, para el período 2017-2018. Bellorín, quien también es una servidora de Dios, ha abierto las puertas de su despacho para dar testimonio de la labor que el Señor le ha encomendado al ejercer un cargo de gobierno.
¿Cuál es su labor como presidente del Concejo Municipal?
– Mi labor dentro del plan de acción 2017 está reformar todas las ordenanzas impositivas del municipio Antolín del Campo, ya que a través de ellas nosotros recibimos los ingresos que necesita el municipio para el trabajo social que se hace en las comunidades. Cumplo con la función social y política de legislar en favor de la comunidad y del municipio.
Dentro de las obras sociales, ¿qué pudiera mencionar?
– Dentro del plan de acción hay trabajos que la alcaldesa realiza en el municipio, pueden ser las ayudas sociales, las becas para estudiantes, estamos trabajando también con el programa del Clap que va dirigido a niños y adultos mayores con discapacidad, entre otras. También el recurso que obtiene el municipio a través de esas ordenanzas que se recaudan va dirigido pues al mantenimiento de las calles, aceras, ayudas a las escuelas para niños y adolescentes van incluidas independientemente de las obras que realice el Ministerio de Educación o la Gobernación en nuestro municipio.
Su carrera como concejal es bastante amplia y creemos que el Señor le ha honrado y respaldado, ¿cómo ha compenetrado su experiencia con la de honrar al Señor?
– Mi trabajo social siempre se lo he dedicado al Señor desde que le pregunté en qué quería que le sirviera. Siempre he puesto a Dios por encima de mi trabajo como luchadora social y descubrí mi vocación por la labor social a través del camino que el Señor me abrió, desde ese momento y hasta hoy le he servido y todo lo que hago lo pongo en sus manos. Al igual que ejercer la presidencia del Concejo en cuatro períodos.
Comentó que al inscribir a su sobrina, que es como su hija realmente, en un colegio en el municipio, el Señor abrió las puertas al trabajo social como presidente de la Asociación de Padres y Representantes, labor que le permitió ver más de cerca la situación por la que atravesaba la niñez y desde ese momento hasta hoy, lucha por ayudar a los más necesitados también hablándoles del amor de Dios para sus vidas.
María comenzó a caminar con el Señor en el mismo momento en que fue electa Concejal del municipio Antolín del Campo por primera vez. Aseguró que no ha sido un camino fácil, dejar atrás las viejas costumbres y comenzar una nueva vida y carrera política a la vez, pero con la ayuda de Dios ha superado cada prueba y cada batalla. “No es fácil, pero con la ayuda del Señor he salido siempre adelante”, dijo.
Confesó que antes de recibir al Señor en su corazón, era desordenada y se desesperaba al momento de realizar sus labores, pero ahora, hasta sus mismos compañeros de trabajo pueden testificar del cambio que María Angélica ha dado, es una mujer más ordenada, centrada, ha adquirido mayor sabiduría para cumplir y ejercer con sus funciones como legisladora.
Como testimonio personal cuenta que durante la campaña para este período electoral, sintió un mayor llamado y la necesidad de comprometerse completamente con el Señor, al sufrir un accidente.
“Venía en una camioneta tipo Jeep, un carro bastante alto, y me caí del Jeep cuando estaba en movimiento. Mi cuerpo cayó a la carretera, me di un golpe en la cabeza y pude haber perdido la vida en ese accidente, pero Dios tenía otro plan para mí. Fue una de las cosas más hermosas que viví porque sentí la presencia de Dios allí, que me guardaba, que pusieron -literalmente- en la carretera. No sufrí fractura ni golpe alguno”, contó.
En ese momento ella entendió que por el trabajo se estaba descuidando tanto ella y su salud, como su comunión con Él, por lo tanto, hizo un cambio en su vida y comenzó a darle al Señor primero lo que Él se merece.
Bellorín informó que en cada sesión del Concejo, ora al inicio para que sea Dios quien guíe la sesión y tome el control del Concejo Municipal y de la labor que allí se realiza. Acotó que quienes ejercen un cargo político o alguna jerarquía no deben creer que manejan todo el poder y deben mantener una actitud humilde durante su período pues todos somos iguales delante de los ojos de Dios.
Informó que a través de la Alcaldía, se otorgaban beneficios para algunas iglesias cristianas y que la intención es abrir caminos en beneficio del pueblo de Dios en ese municipio. “No escatimaría esfuerzos para ayudar a los hermanos en la fe”, dijo.
¿Qué mensaje puede darle a otras personas que están involucrados en la política o que quisieran ocupar un cargo como funcionario público?
– Mi mensaje para todas las personas que a bien pueden hacer un trabajo y ser servidores para Dios en estos cargos, que seamos siempre los mismos, que un trabajo no los envanezca o le quite la esencia de su persona ni se enaltezca. Es importante buscar de Dios en todo momento y leer las Sagradas Escrituras porque ahí está el verdadero conocimiento de hacer cosas para Dios, un líder debe tener de ejemplo a Cristo, quien siendo líder, vino a servir, Él lo dijo en Su Palabra: “Más bien, aquel de ustedes que quiera hacerse grande será su servidor; y aquel de ustedes que quiera ser el primero, será su esclavo” (Mateo 20:26, 27. RVC).
También hizo un llamado a aquellos que no conocen de Dios a que lo busquen, “es tiempo de buscarlo, de aceptarlo como su Señor y Salvador porque lo más hermoso es buscar de la salvación en Cristo Jesús y ser guiados por el Espíritu Santo”, concluyó.
María Bellorín
Es TSU en Administración de Empresas y también en Planificación de Programas Socioeconómicos. Tiene una larga trayectoria y experiencia como concejal en el municipio Antolín del Campo y ha ejercido la presidencia y vicepresidencia del Concejo Municipal en diferentes períodos. Igualmente cosecha más de 11 años de carrera en beneficio de la comunidad y la población.
Actualmente se congrega en el Centro Cristiano El Elyon, el Dios Altísimo, en Porlamar, donde también sirve al Señor fielmente.◄