(Reporte Confidencial – Verdad y Vida).-
El juego de «los animalitos» parece estar agarrando mayor auge entre los niños y adolescentes. Ya no solo se puede ver en las taquillas a adultos y ancianos, sino que ahora el público más frecuente son los menores de edad.Juan José (nombre ficticio) tiene 11 años y vive en la comunidad El Limón, en la carretera Caracas-La Guaira. Durante el día, varias veces se dirige entusiasmado, a una agencia de lotería cercana a su casa para apostarle cierta cantidad de dinero a la culebra, el toro o el mono, pues está muy animado con el juego de «los animalitos».El caso de Juan José es solo uno de los distintos reportes que ha recibido y recogido el medio «Efecto Cocuyo» de niños y adolescentes involucrados en este juego de envite y azar que se ha convertido en un fenómeno popular en los últimos meses.La situación denunciada ocurre en Caracas (Catia, el 23 de Enero, La Vega, Propatria, Caricuao), Miranda (Petare, Barlovento y los Valles del Tuy), en Vargas y Aragua (Cagua, La Victoria, Maracay y Barbacoas), así como en otros estados del país.Joselis González es una docente popular de la comunidad de La Vega, quien ha estado preocupada por la alta participación de los menores de edad en este tipo de actividades. «Muchas personas están jugando, pero me tiene muy preocupada que los niños de la comunidad también participen, eso es un vicio».Una trabajadora comunitaria del 23 de Enero, que prefiere no ser identificada, aseguró que «la mayoría de mis vecinos está en eso y los niños con los que yo trabajo también, y me preocupa porque es una manera fácil de buscar dinero; hay muchos antivalores presentes en esta práctica».Aunque algunas familias no ven problema en que los menores de edad jueguen «los animalitos», la preocupación de estas mujeres no es infundada, pues en Venezuela está prohibida la participación de niños, niñas y adolescentes en juegos de envite y azar.En el parágrafo único del artículo 92 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) se prohíbe a los menores de edad ingresar a casinos, casas de juegos y lugares donde se realicen apuestas.El artículo 229 del mismo instrumento legal es más específico al establecer sanciones: «Queda prohibida la entrada de niños, niñas y adolescentes a locales o establecimientos donde se realicen juegos de envite o azar. Su incumplimiento o quien lo favorezca o lo permita acarreará la suspensión inmediata de tal actividad, y será sancionado o sancionada con multa de treinta unidades tributarias a noventa unidades tributarias».La escasez y alto costo de productos ha golpeado el bolsillo de los venezolanos, y ha llevado a algunos a buscar, en este juego, el modo de conseguir dinero extra y de manera fácil, de allí que vaya en aumento «la fiebre de los animalitos».
Impacto espiritual
Espiritualmente hablando, el juego de los animalitos o cualquier lotería hace a una persona dependiente de ello y no de Dios. En el caso de los niños, quienes deben ser dirigidos y guiados por sus padres, al permitirles que jueguen esto, simplemente desatan en ellos el amor por el dinero, la idolatría hacia el dinero y la codicia. La Palabra de Dios enseña que la raíz de todos los males es el amor al dinero, algo que no debe enseñárseles a los niños, sino más bien a conocer a quien los creó y a depender únicamente del Señor.◄