Se estiman que actualmente el 21 % de la población, unas 6,8 millones de personas, sufre por desnutrición en Venezuela

(Agencias – Verdad y Vida).-
Junto con Yemen, Siria, Somalia, Sudán del Sur, Venezuela continuará requiriendo asistencia humanitaria en 2020. Mark Lowcock, director de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), presentó el informe «Panorama Humanitario Global 2020» donde señala que “el número de personas necesitadas se prevé que aumente a medida en que la infraestructura general de servicios básicos disminuya”.
Naciones Unidas explica que un segmento de la población venezolana enfrentará inseguridad alimentaria y desnutrición. Ya estiman que 21 % de la población -unas 6,8 millones de personas- sufre por desnutrición. Esto representa un aumento de cuatro veces en comparación con 2014.
No solo se prevé vulnerabilidad alimentaria, Naciones Unidas dijo que una “generación de niños corre el riesgo de perder su educación si la situación no mejora”. El desplazamiento dentro y fuera del país también podría continuar. “La cantidad de migrantes y refugiados aumentará en 2020”. Desde 2015 han salido más de 4,6 millones de venezolanos.
La OCHA tiene el objetivo de llegar a 3,5 millones personas el próximo año. La oficina ha dicho, no obstante, que la falta de fondos está obstaculizando la capacidad de respuesta de la comunidad humanitaria. En noviembre apenas contaban con 25 % de los fondos requeridos para este año. Durante 2019 dieron asistencia a 2,6 millones de venezolanos, incluidos 1,2 millones de niños y adolescentes.
SOLO DIOS PUEDE CAMBIAR ESTA REALIDAD
Es triste que las autoridades venezolanas cierren su corazón ante esta cruda y dolorosa realidad, la soberbia y el orgullo es el peor mal que hombre alguno pueda experimentar porque trae la segura intervención divina, así como se cierra y les cierra a sus semejantes la posibilidad de la libre ayuda del Señor; pues las Escrituras aseguran que «Dios mira de lejos al altivo y orgulloso».
Negar la crisis humanitaria e impedir una masiva ayuda internacional nos llevará en cualquier momento a una explosión de dimensiones incalculables, donde finalmente la misericordia de Dios se manifestará para cambiar la realidad nacional. De hecho, solo Dios puede cambiar esta realidad ante la negativa de las autoridades venezolanas, Él ha oído el clamor del pueblo y no tardará en intervenir.◄