(Agencias – Verdad y Vida).-
El índice anual que ha publicado la ONG Transparencia Internacional (TI) el pasado 27 de enero, coloca en cabeza a Dinamarca, Finlandia, Suecia, Nueva Zelanda, Holanda y Noruega. Todos ellos países (excepto Nueva Zelanda) de tradición o cultura protestante.
También están en un lugar bien posicionado otros países de raíces protestantes, como Suiza (7,86 puntos), Canadá (9,83 puntos), Reino Unido y Alemania (10,81 puntos), y Estados Unidos (16,76 puntos).
España registra su peor dato en corrupción, siendo con Australia, Libia, Brasil y Turquía, uno de los cinco países que ha experimentado el mayor empeoramiento en el índice de corrupción en los últimos cuatro años.
Estos son las principales conclusiones que refleja el Índice de Percepción de la Corrupción 2015:
La mejor puntuación
Por segundo año consecutivo, Dinamarca, con 91 puntos (en una escala de cero a 100 en la que 100 refleja la transparencia máxima), es el país que ocupa el puesto número uno, seguido de Finlandia (90), Suecia (89), Nueva Zelanda (88) y Holanda y Noruega, ambos con 87 puntos. Los elementos claves que otorgan a estos Estados una alta percepción de transparencia son altos niveles de libertad de prensa, acceso a información sobre los presupuestos públicos, altos niveles de integridad entre los altos cargos públicos y un poder judicial independiente del Gobierno.
La peor puntuación
Los países con la mayor percepción de corrupción son Somalia y Corea del Norte, con ocho puntos cada uno. Completan el grupo de los Estados con el peor índice de transparencia Afganistán (11), Sudán (12), Sudán del Sur (15), Angola (15), Libia (16), Irak (16) y Venezuela, que con 17 puntos, empata con Guinea Bissau y Haití. Los factores que condicionan la mala puntuación son, según Transparencia Internacional, los conflictos, una gobernabilidad deficiente, falta de independencia en los medios de comunicación e instituciones públicas frágiles, como la policía y el poder judicial.
Venezuela es el país más corrupto de Latinoamérica
La corrupción todavía es organizada en Latinoamérica, con Venezuela como máximo exponente y con Uruguay y Chile como los países más transparentes de la región, de acuerdo con el último Índice de Percepción de la Corrupción 2015 de la ONG Transparencia Internacional (TI).
En el estudio, basado en la percepción de expertos del sector privado sobre la corrupción en el público, destaca este año el caso de Brasil, el país que más descendió en el índice mundial (5 puntos), tras salir a la luz el escándalo de Petrobras.
También bajó cuatro puntos Guatemala, con la caída del presidente Otto Pérez Molina, y Chile, ejemplo tradicional de limpieza en la región, perdió dos puntos en un año en el que el hijo de la presidenta, Michelle Bachelet, se vio envuelta en un caso de corrupción.
A pesar de ello, señaló a Efe el director de las Américas de TI, Alejandro Salas, que el 2015 debería ser considerado como un año muy interesante, ya que ‘salieron a la luz’ grandes escándalos en distintos países y personas, que parecían intocables apenas 12 meses antes, acabaron en la cárcel o ante la justicia.
Frente al estancamiento de los últimos años, subrayó, comienzan a verse movimientos y novedades, con millones de personas en las calles de Guatemala, Honduras o Brasil pidiendo que se ponga freno a la corrupción.
El desafío ahora, según TI, será abordar las causas sistémicas que permiten la corrupción, lo que en la mayoría de los casos exigirá profundas reformas institucionales.
Uruguay sigue a la cabeza como el país más transparente y ocupa el puesto 21 de la tabla, con 74 puntos del máximo de 100, que denotaría la ausencia total de corrupción. El país mejoró un punto y amplió así su distancia frente a Chile, que ha perdido tres puntos, hasta los 70, y se sitúa en el puesto 23 de la tabla. También logra el aprobado Costa Rica, con 55 puntos y en el puesto 40.
A partir de ahí se suceden los suspensos y la peor calificación le corresponde a Venezuela, en el puesto 158 de la tabla con solo 17 puntos, dos menos que en el índice anterior. Comparte puesto con Haití, que sigue su evolución negativa y también pierde dos puntos.
Corrupción es espiritual
De acuerdo con el DRAE, corrupción es la acción y efecto de corromper o corromperse, es decir, algo que cambió su plan original, algo que se rompió y no es como fue diseñado en un principio.
Exactamente eso fue lo que pasó con nuestra nación, fue creada por Dios con un propósito, pero en el camino sus gobernantes han cambiado para mal y han corrompido el plan original del Señor. Venezuela es un país que se ha sumido en la idolatría y santería, por lo que le ha dado la espalda a Jesucristo y ha preferido darle entrada (desde hace muchísimos años) a costumbres y acciones que van en contra de la Palabra de Dios y sus mandamientos.
Es por ello, que más allá de una corrupción política, económica y social que se observa a simple vista, hay que prestar atención a la corrupción espiritual de esta nación, pues desde ahí es que se da cabida a las malas acciones y las obras infructuosas que más que ayudar a crecer a un país, lo ha llevado a la más grande crisis de su historia.
Dios siempre da una esperanza, y dice en su Palabra que «…cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia» (Romanos 5:20), es lo que la Iglesia de Cristo, espera para Venezuela. Sea usted parte de aquellos que quieren un país próspero y conforme al corazón de Dios, ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo como Señor y Salvador, y reciba su amor, gracia y misericordia, aun en medio de la corrupción personal y colectiva.◄