(Agencias – Verdad y Verdad).-
Para muchos fue una sorpresa el triunfo de Donald Trump, pues las encuestas apuntaban a Hillary Clinton como la ganadora, pero la verdad es que siempre hubo incertidumbre respecto a quién darle el voto. Gran parte de la población cristiana en los EE. UU, decidió ver lo que cada uno de los candidatos ofrecía y cómo esa agenda de gobierno podría o no ser de utilidad para la Iglesia de Cristo, en vez de dejarse llevar por el personaje como tal.
Y es que ciertamente el gobernante puede tener o no la gracia de Dios para simpatizar con un pueblo, pero lo que verdaderamente impactará a una nación no es su simpatía, sino las propuestas para ese período de gobierno como cabeza de una nación.
La labor de la Iglesia no es señalar ni hundir a un candidato u otro, más bien debe apoyar y respaldar en oración a quien Dios haya decidido que gobierne un país, en este caso, a Donald Trump, quien comienza su período presidencial al frente de EE. UU.
Apoyo de los cristianos
A pesar de las reservas expresadas por varios líderes cristianos conservadores, los evangélicos blancos dieron su apoyo a Trump de forma masiva, según Christianity Today. El candidato republicano consiguió en este sector de la población un apoyo de un 81 %, frente al 16 % que se decidía por Clinton. «Mientras que la campaña de Clinton ignoraba a los evangélicos, Trump dedicó gran parte de su estrategia a alcanzarlos», explicó el medio de comunicación.
¿Por qué muchos cristianos apoyaron a Trump? Es sencillo, el empresario no apoya el aborto, quiere quitarle los fondos que financian a Planned Parenthood, la mayor cadena de clínicas de abortos, que en un año (2015) perpetró más de 320.000 abortos, que no solo queda allí, esta cadena se ha visto envuelta en escándalos de tráfico ilegal de órganos de bebés, encubrimiento de abusos a menores de edad, encubrimiento de redes de prostitución, abortos selectivos de niñas, admisión de donativos con fines racistas para eliminar a niños negros. No conforme con esto existe una denuncia de supuesto financiamiento a la campaña de Clinton por parte de esta clínica abortista.
Otro aspecto es que el partido Republicano también rechaza por completo los matrimonios entre personas del mismo sexo. El borrador presentado durante la campaña pide revocar la decisión del Tribunal Supremo sobre el matrimonio homosexual con una enmienda constitucional y pide a los jueces «que respeten los valores tradicionales de la familia».
El texto reclama más concretamente que la Biblia sea una guía para que los legisladores hagan su trabajo. «La ley hecha por el hombre debe ser coherente con los derechos naturales otorgados por Dios», recoge el documento. También se refiere a la pornografía. El comité añadió una enmienda por considerar la pornografía «una crisis de salud pública», y pidió a los estados que «luchen contra esta amenaza» que daña a la juventud.
Reacciones a su triunfo
El líder de la Conferencia Nacional de Líderes Hispanos, Samuel Rodríguez, hizo un llamado a dejar atrás «la política divisiva» y trabajar juntos. «Nuestra principal preocupación sigue estando relacionada con la libertad religiosa, la santidad de la vida, la reforma migratoria y la unidad racial. Oramos por la seguridad de nuestra democracia en la transición hacia la nueva administración de Donald Trump y rogamos a Dios para que continúe bendiciendo y haciendo prosperar a nuestra nación en los próximos meses y años», expresó en un comunicado.
Entre los que apoyaron a Trump se encuentra Jerry Fallwell Jr., presidente de la Christian Liberty University. El pastor y autor John Piper no apoyó a ningún candidato, pero opinó sobre el proceso electoral estos días. «Un día Estados Unidos y todos sus presidentes serán una nota al pie en la historia, pero el reino de Jesús nunca terminará», apuntaba.
El periodista y escritor César Vidal opinaba sobre el resultado en una extensa entrevista en Protestante Digital, donde apuntaba a la capacidad del pueblo estadounidense para votar al candidato «opuesto al establishment»; un Trump que se posicionó a favor de valores importantes para los evangélicos, como en el tema del aborto defendiendo la vida del no nacido, el funcionamiento autónomo del Tribunal Supremo, o el respeto a la Constitución.
“La Iglesia tiene más poder”
En una entrevista exclusiva con The Brody File, Donald Trump manifestó que quiere ver a los pastores cristianos hablar más audazmente desde el púlpito porque según él lo ve, «la iglesia tiene que tener más poder».
Agregó que «soy un cristiano. Soy protestante. Soy presbiteriano. Creo en el cristianismo francamente, creo que los cristianos en nuestro país no son tratados adecuadamente. El proyecto de ley que se aprobó durante la era de Lyndon Johnson es horrible porque veo iglesias donde tienen miedo de ser francos porque no quieren perder su estado exento de impuestos y me doy cuenta de que es uno de los problemas… Quiero devolver el poder a la iglesia porque la iglesia tiene que tener más poder. El cristianismo está siendo cortado; poco a poco se lo están quitando».
Trump gracias a su fe, ha demostrado apoyo en cuanto a las limitaciones que tienen los pastores para expresarse y en especial, del tipo de mensaje que el Señor les mande a predicar.
Trump en favor de Israel
Recientemente los palestinos prometieron «hacer la vida miserable» para Donald Trump, si decide seguir adelante con su promesa de campaña de trasladar la Embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, según manifestó el embajador palestino en las Naciones Unidas, Riyad Mansour.
Agregó que «si lo hacen, nadie debería culparnos por desatar todas las armas que tenemos en la ONU para defendernos, y tenemos muchas armas en la ONU». Con esta decisión, Trump ha demostrado su apoyo a Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu expresó: «trabajaremos juntos para promover la seguridad, la estabilidad y la paz en nuestra región», refiriéndose a la nueva gestión de Trump. Netanyahu afirmó que el recién electo presidente de EE. UU, es un verdadero amigo de Israel y que ambas naciones mantienen un vínculo de hierro que continuarán fortaleciendo.
La fe del mandatario
Respecto a la fe del presidente de EE. UU, el Papa Francisco dijo en febrero de este año que Donald Trump «no es cristiano» por la decisión de levantar un muro en la frontera con México, comentario que hizo desde los principios del catolicismo, principios que no rigen la fe de Trump.
En contraste, meses más tarde, el pastor James Dobson, fundador de Enfoque a la Familia, aseguró que el mandatario aceptó a Cristo en su corazón y que varios pastores siempre le acompañan para ayudarlo a «buscar la dirección del Señor». De la misma manera Trump ha declarado que está «orgulloso de ser cristiano y, como presidente, no permitiré que los cristianos sean atacados y debilitados constantemente», a lo que agregó su deseo de erradicar al Estado Islámico.
Vicepresidente Pence, un hijo de Dios
Mike Pence, vicepresidente de esta nación, manifestó: «soy cristiano, conservador y republicano, en ese orden». Este compromiso con su fe le ha llevado a legislar en Indiana a favor del derecho a la vida de los no nacidos y de la libertad religiosa, frente a las imposiciones abortistas e ideológicas de la administración previa. La elección de Trump y la experiencia política de Pence, supone un acercamiento al electorado cristiano, pro-vida y al sector más conservador del partido.
He aquí lo que inclinó finalmente la balanza en favor de la victoria de Trump por parte de una mayoritaria población cristiana norteamericana.◄