«Como aguas profundas es el consejo (los planes, el pensamiento, las intenciones) en el corazón del hombre; mas el hombre entendido (inteligente) lo alcanzará» (Proverbios 20:5).
Otra versión dice: «El consejo en la memoria es agua profunda: el inteligente sabe sacarla», enfatizando el lugar donde se halla el consejo: la memoria, la psiquis del hombre. Por otro lado, recalca la responsabilidad de cada persona de sacar el consejo de las profundidades de su corazón.
El agua que sale del corazón es el consejo. El consejo es sabiduría aplicada a una situación específica. La palabra consejo se traduce como motivo en algunas versiones (traducciones). En el corazón del hombre (emociones, pensamientos, voliciones) se hallan planes, intenciones, necesidades y motivos, que requieren ser rescatados de las profundidades de la mente del hombre, para que salgan del fondo y se hagan figura (para que se hagan consciencia). El hecho de que el consejo esté en las profundidades del corazón subraya el enfoque y el esfuerzo que se requiere para extraerlo. ¿Cómo sacar el consejo de esa profundidad (memoria, psiquis), para conocerlo y aplicarlo? Ese proceso requiere reflexión e introspección, y contacto con la experiencia. Para extraer el consejo de las profundidades del alma se requiere desarrollar inteligencia: comprensión y entendimiento. ¿Qué significa ser una persona de comprensión? La palabra hebrea para comprensión denota discernimiento, inteligencia, o conocimiento. Estas son habilidades que se desarrollan; pero se requiere de esfuerzo y enfoque para lograr ese aprendizaje.Hay asuntos difíciles de parir para muchas personas: motivos ocultos, anhelos no expresados, necesidades alienadas, sueños inhibidos, planes ambiguos. Hay preguntas que son difíciles de responder, sobre todo aquellas que tienen que ver con el sentido de la vida, con las preguntas que se necesita hacerse para desarrollar un proyecto de vida. ¿Quién soy? ¿Qué quiero lograr como propósito de vida? ¿Cuál es mi misión en la vida? ¿A qué siento que he sido llamado? ¿Cuáles son mis sueños y visiones que me gustaría alcanzar? ¿Cómo me gustaría ser recordado? En esa misma línea de pensamiento podríamos preguntar: ¿Entiendo mis fortalezas así como mis áreas débiles? ¿Hago correcciones en mi camino para realinearme con mi misión y objetivos trazados? ¿Cuál es el marco de referencia -valores- a través del cual direcciono y realineo mi andar? ¿Me siento satisfecho con mi desempeño actual? ¿En qué área me gustaría hacer un cambio significativo en mi vida? ¿Por cuáles necesidades que observo en mi entorno me siento atraído a hacer algo? ¿Qué me han enseñado mis experiencias en la vida acerca de lo estoy o no estoy diseñado para realizar? ¿Cuáles son mis talentos y habilidades dominantes? ¿En qué cosas, en prioridad, me gustaría invertir mi tiempo, dinero y recursos? En cuanto actividades, ¿de qué quiero hacer más y de qué quiero hacer menos? ¿Cuáles son mis prioridades?Las personas que aprenden a responder esas grandes preguntas, se hacen más diestros en el arte de conducirse a sí mismos; a su vez establecen un contacto más efectivo con su realidad interna y con la realidad circundante, y desarrollan una visión más adaptada, profunda, contextualizada y dinámica de sí mismos y del medio ambiente, lo que se traduce en efectividad personal en el logro de sus visiones, metas y objetivos de vida; y los hace también más plenos y realizados.
Mi experiencia como coach y psicoterapeuta me dice que las respuestas a estas preguntas trascendentales yacen vedadas en las profundidades del corazón de las personas; y que la mayoría de la veces no hay claridad sobre cómo responderlas. En muchas personas estos asuntos se encuentran fuera de su nivel de conciencia, a pesar de la relevancia que encierran estas áreas. Lo cierto es que sin conciencia de lo vivido y de lo anhelado no es posible encontrar en la dinámica de nuestra vida -sucesos, interrelaciones, experiencias- la correspondencia entre la necesidad de sentido en nuestra alma y la realidad en el mundo exterior, que permita establecer un significado a la vida. Creo que hay mucha gente viviendo por inercia, en automático. Ahora, las respuestas a estas inquietantes preguntas sólo las podemos dar nosotros mismos. En ocasiones podemos apoyarnos en algún coach, psicólogo o psicoterapeuta para avanzar en la exploración de esos interrogantes, pero aun en ese caso es nuestra la responsabilidad de sacar el consejo de las profundidades de nuestro corazón. Esa responsabilidad es indeclinable e intransferible, porque nadie como nosotros mismos puede dar una respuesta genuina, relevante y contextualizada a esas grandes preguntas.Este es un viaje exploratorio que mucha gente no está dispuesta e emprender. Con frecuencia saboteamos la expresión de nuestra realidad interna: emociones, necesidades, sensaciones, vivencias, sueños, porque el contacto con esa realidad nos resulta amenazante. Lo cierto es que el viaje hacia adentro de nosotros mismos no es un paseo por un jardín tranquilo y apacible en un día soleado de verano, tampoco está exento de contratiempos e incomodidades. Es más bien un viaje de aventura hacia las entrañas de parajes escarpados, áridos desiertos y selvas tupidas donde la supervivencia es laboriosa. Con frecuencia emprendemos este viaje cargados con exceso de equipaje, lo que nos impide hacer contacto con nuestra interioridad; cuando lo que necesitamos es iniciar este viaje desnudo de estereotipos, máscaras, justificaciones y explicaciones razonadas.¿Está usted dispuesto a realizar este viaje?
Enseñanzas para el liderazgo:
Los líderes necesitan cultivar la habilidad para reflexionar sobre su realidad interna y sobre el entorno circundante, para crecer en comprensión y convicción a la hora de tomar decisiones.«La conciencia habilita… la conciencia conduce a la habilidad» -J. whitmore.El desarrollo propio es la base para expandir la capacidad de liderazgo.Los líderes necesitan responder / facilitar para la organización, esas grandes preguntas que conectan con la visión, misión y valores organizacionales.
Pensamiento: El corazón esconde grandes secretos y tesoros para quien no sabe cómo expandir su conciencia.
Arnoldo Arana
Pastor, psicoterapeuta y escritor
arnoldoarana@hotmail.com