Se acentúa la presencia y el cumplimiento de las señales de los tiempos del fin

Los escritores colombianos, autores del libro “Los últimos tiempos en la tierra”, los esposos José Montoya Martínez y Elizabeth Páez Fonque, profundizaron en entrevista exclusiva para Verdad y Vida sobre este tema tan importante y especialmente en estos tiempos en donde las señales del fin cada día se ven más acentuadas en el mundo entero.

– No solo es propicio, es necesario y de vital importancia tocar estos temas con mucha seriedad y madurez; siempre se ha hablado de este tema solo que nunca antes las señales que han sido dadas, se están cumpliendo con tanta exactitud y veracidad al respecto. La motivación tiene que ver con el propósito de Dios en nuestra vida. Dios nos escogió a nosotros para hablar del Apocalipsis sacándolo de la Biblia, con un lenguaje sencillo de nuestra época, pero sin quitarle ni poner nada que no sea bíblico y revelado, con sabiduría de lo alto. Muchos años de investigaciones, de estudio, también aprendiendo de lo científico, lo natural y sobrenatural, lo profético y, sobretodo, lo espiritual. La idea al sacarlo de la Biblia era exactamente exponerlo como un libro de interés general sin condicionar al lector, sea cual fuere su creencia o religión, por lo tanto Dios que es un gran estratega, nos usó para decir la verdad de lo que viene a la tierra pero con sencillez y un alto sentido de responsabilidad. También, enseñar todo lo que Dios le reveló a Juan en la isla de Patmos. Inquietar al pueblo cristiano en especial, en que hay mucho más que recibir al Señor como su Salvador y participar en un servicio los domingos, que se involucren en el servicio, “la mies es mucha y los obreros son pocos”.

Agregaron los autores que “la motivación principal es concientizar a la humanidad sobre el arrepentimiento genuino y verdadero pues queda poco tiempo desde mi punto de vista. Oseas 4:6 dice: ‘Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio’”.

– Muchas señales muestran que estamos viviendo los tiempos del fin. Claro que el mundo ha abrazado esta realidad, pero no para cambiar a lo bueno, por el contrario, es peor la degradación, el pecado y la maldad crecen y no se detienen; hago una similitud con el tiempo en que vino el diluvio, registrado en Génesis 6: 5, 11-12. Noé comenzó anunciar que sería destruida la humanidad, hoy estamos igual o peor diría yo. Sodoma cada día es mucho más grave, no hay valores, la condición del ser humano es degradante, los conceptos de valores no existen la moral, la ética en todos los ámbitos socioculturales y de gobierno se han perdido.

– No vamos a ir muy lejos. Mateo 24:5-7 dice: “Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”. Todas estas señales han venido ocurriendo. Existen dos puntos muy importantes: el primero, es que tenemos a un Dios bueno que espera que muchos vuelvan sus ojos a Él, se arrepientan de sus malos caminos y puedan ser salvos, ser arrebatados y librados del día malo que ha de venir a la tierra; y el segundo, es que habrá un avivamiento como jamás nunca en el mundo para que podamos predicar el Evangelio hasta lo último de la tierra y de esta manera apresurar la venida de nuestro Señor porque Él no ha venido por el tiempo que nos está dando a nosotros para ganar almas, esto es apenas el principio de dolores y entonces en aquellos días nadie podrá decirle al Señor que no vieron las señales, que no se les predicó, que nadie advirtió. La misma tierra habla, los mares, toda la naturaleza gime, ¡pero la humanidad no entiende, son corazones duros!, continúan en sus afanes y sus deleites de la vida.

– La brujería y la santería han existido siempre, pero ahora con mayor razón tienen que ver, pues el príncipe de este mundo gobierna sobre la oscuridad y las tinieblas y sabe que le queda poco tiempo. También es un imitador, así que su misión es cegar el entendimiento de todos los gobernantes del mundo y tenerlos a su entera disposición pues está preparando todo para convertir en caos y hacer que los gobernantes de las naciones entreguen a los juicios divinos a sus países a través de rituales satánicos para poder manejar las mentes de las personas. Cada vez que hay elecciones en los países, por ejemplo, en mi país Colombia, nuestro presidente a los primeros que invitó fue a los brujos y chamanes para hacer rituales y luego hablar de una falsa paz. El tarot y las cartas, por tales cosas la Palabra de Dios dice que engañará aún a los escogidos, ¿por qué razón? A través de la magia y hechicería se harán cultos con santos, con poderes engañosos, sanando enfermos, liberando de espíritus inmundos e imitando a Cristo en todo. Así que el que no tenga discernimiento y no conozca de esto será engañado, creerá que Cristo es el que está sanando.

– Definitivamente todas las películas que se han hecho en torno a las señales del fin tienen mucha ciencia ficción. Claro que dejan un mensaje, una buena información, pero muy superficial. Siento que lo que viene a la tierra es mucho más fuerte pero en cuanto al Armagedón, es una batalla entre el bien y el mal y se realizará al final de la Gran Tribulación (Lucas 21:20-22). Hollywood se quedó corto al presentar esta película, pues se habla de asteroides pero no dan la relevancia que debería. El Armagedón de la Biblia es otro. Hace algunos años atrás el presidente de EE. UU., Ronald Reagan dijo: “puede que seamos la generación que verá el Armagedón y el fin del mundo”, y algo de cierto estaba afirmando porque los protagonistas de esta batalla ya están entrando en escena: China, Japón, India, Corea, Egipto, Irán, Paquistán, es decir, esta batalla estará conformada por cuatro bloques de naciones. Y otro bloque sobrenatural que lo conformará Jesucristo y sus ejércitos celestiales, esto no durará días sino meses, esto es muy profundo, el petróleo será una razón importante para esta guerra, la finalidad es detener la venida de Jesucristo pero es imposible, pues escrito está que descenderá a la tierra, obviamente después del arrebatamiento y peleará contra el anticristo, el falso profeta, Satanás y un ejército mundial a quienes Jesús vencerá (Zacarías14:1-3).

– Se dice que el ser humano nace, crece, se reproduce y muere, y es verdad pero cuando conocemos de Cristo con sumo gozo podemos asegurar que después de esta vida física sigue una eterna en tormento o de paz celestial. Nosotros somos espíritu, alma y cuerpo; cuando Dios creó al hombre a su imagen y semejanza sopló aliento de vida y fue el hombre un ser viviente. El cuerpo es el estuche del alma, por lo tanto el cuerpo puede enfermar, envejecer, morir y se entierra, cualquier cosa se puede hacer con el cuerpo pues nosotros somos seres celestiales. Pero surge la pregunta: ¿a dónde irá nuestra alma? Aquí en la tierra tenemos que trabajar para alcanzar la vida eterna, de nosotros depende escoger el lugar adonde iremos, a un lugar tranquilo y lleno de paz mientras viene el juicio del trono blanco o a un lugar de tormento, donde el gusano nunca muere (Marcos 9:44). Gran parte de la humanidad está convencida de que cuando una persona muere es porque ya se fue a descansar. Lo que se ignora es que si se puso a cuentas con Dios, sanó su alma, logró perdonar y pedir perdón, entre otros, muy probablemente sí se haya ido a reposar y a descansar en el Señor. Pero si aquí en la tierra no pudo dejar su vida pecaminosa, no pudo desprenderse de todo lo terrenal, no pudo cambiar su carácter y dejar el orgullo, la altivez, no pudo perdonar y tampoco permitió que el amor de Dios entrara a su vida, le espera por toda una eternidad el lloro y crujir de dientes en un lugar de tormento por siempre porque el alma nunca muere. ¿Cuántos conocidos y familiares de nosotros que no quisieron recibir al Señor como su Salvador estarán esperando que alguien les predique a otros seres queridos para cambiar su destino? ¿Ha pensado a dónde irá su alma, cual es la morada que está preparando para vivir por la eternidad?

– Indudablemente es una señal clara del cumplimiento este reconocimiento de Trump. Ha causado el rechazo de casi todo el mundo y generará mucha más violencia puesto que Israel y Palestina siempre se han disputado la Tierra Santa para sí, ahí entrará a jugar un papel muy importante Trump, pues de él mismo han salido comentarios sobre la paz entre Israel y Palestina que si fuera firmada sería una señal más y el cumplimiento de la profecía de la Gran Tribulación. Así que el reloj profético ha comenzado la cuenta regresiva. Dice en 1ª Tesalonicenses 5:3, que “cuando digan: paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán”. El que logre hacer firmar esta paz será el anticristo, no se sabe el nombre pero el que se siente a negociar la paz entre estos dos países posiblemente será el anticristo. Quiero anotar una señal más y es que el Evangelio será predicado en todo el mundo y se está cumpliendo a través de canales de televisión, cadenas radiales, la internet, las redes sociales, misioneros llegando a países como Rusia, China, India y África, a todos los continentes de la tierra para que se cumpla lo que está escrito: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

– Esto no solo va para las iglesias de Occidente porque en todos los lugares del mundo hay gente que tiene necesidad de recibir al Señor y ser entrenados para los últimos tiempos, pero también encontraremos personas que nos aborrecerán por causa de Su nombre. En las culturas de Occidente su ideología y demás prácticas, no es fácil romper estructuras religiosas para ellas van los mismos consejos que para las europeas, latinas, y demás. Ser conscientes que cuando decidimos seguir a Cristo y servirle no será fácil. Estar firmes, no mirar atrás, perseverar en la oración, en el ayuno, no negar la fe, no vender nuestros principios, no cerrar las iglesias, hay que estar alerta, han decapitado a muchos, a otros los han torturado, a otros quemado pero estoy completamente convencida [dijo Elizabeth] que ellos se nos adelantaron y están en ese lugar de paz a donde todos queremos algún día llegar. Morir por Cristo es ganancia, a los que estamos en esta tierra nos corresponde correr esa carrera, no olvidar que el que pelea por nosotros es Jehová de los ejércitos, así que Él nos respaldará hasta que cumplamos el propósito por el cual nos trajo a esta tierra.

Animaron a la Iglesia del Señor “a que despierte, esa novia está dormida, enferma”. Instaron a buscar el rostro del Señor a diario y la presencia del Espíritu Santo, a enderezar sus caminos.

“A los pastores, les exhortamos a predicar de una manera sensata, diáfana y transparente, a confrontar a sus ovejas llamando al pecado por su nombre como es; quitando la venda de los ojos, preparen a sus iglesias para el arrebatamiento, prepare también a los que se puedan quedar, porque se quedará mucha gente. Hablen de la marca de la bestia, no se pueden dejar sellar con el microchip, de seguro perderán la salvación”, agregaron.

Concluyeron dando un mensaje a “aquellos que consideran que el arrebatamiento es un juego o un cuento de hadas, a ellos quiero compartirles esta Palabra: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1ª Tesalonicenses 4:13-18).

José Montoya, es doctor en Teología y Escatología del Instituto TEEN CHALLENG de Panamá, conferencista, evangelista internacional y escritor colombiano; está casado con Elizabeth Páez, doctora en Psicología Familiar de la Universidad Internacional de México, con diplomado en Psicología Pastoral, licenciada en Teología Terapeuta, y conferencista, también escritora con maestría en Evangelismo Internacional.◄