«Llamarás su nombre JESÚS» (v. 21) | Mateo 1:18-25
Según un artículo del New York Times, en muchos países africanos, a los niños suelen ponerles nombre en honor a una visita famosa o un evento especial e importante para los padres. Cuando los médicos les comunicaron a los padres de un niño que no podían curarlo y que solo Dios sabía si viviría, lo llamaron «Dios sabe». Otro hombre dijo que se llamaba «Suficiente», porque su madre tenía trece hijos y ¡él era el último! Todo nombre tiene su razón, y, en algunos casos, expresa un significado especial.
Antes de que Jesús naciera, un ángel le dijo a José: «[María] dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21). Jesús es la forma griega de Josué, que quiere decir «el Señor salva». En aquella época, es probable que muchos niños se llamaran Jesús, pero solo uno vino a este mundo a morir para que todo aquel que lo recibe tenga vida, perdón y liberación del poder del pecado eternamente.
Como expresa la incomparable y mundialmente conocida canción «¡Cuán grande es Él!»: Cuando recuerdo del amor divino que desde el cielo al Salvador envió. Aquel Jesús que por salvarme vino y en una cruz sufrió por mí y murió.
Jesús vino para convertir nuestra oscuridad en luz, darnos esperanza y salvarnos.
Señor, reconozco que Jesús vino al mundo para salvarme.
El nombre y la misión de Jesús coinciden: Él vino para salvarnos.
David C. McCasland
Articulista