
Lugares a los que fuiste a los cuales nunca debiste haber ido. Cosas que dijiste, que nunca debiste haber dicho. Decisiones que tomaste que jamás debieron tomarse. Cosas que nunca se hicieron y hoy te arrepientes de no haberlas hecho. Metas que no se culminaron y hoy te lo reprochas. ¡No importa cuántos capítulos de fracasos tengas en tu pasado, Dios provocará a tu favor el más espectacular e inesperado desenlace!
César Saavedra
Pastor