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Trompetas de DIOS o cielomotos, Harold Paredes Olivo

Harold Paredes Olivo

La palabra hebrea según la Concordancia Strong que denota trompeta en su transliteración se escribe: «shophar»; fonéticamente suena «shofar». Actualmente se han escuchado sonidos de trompetas en el cielo. ¿Serán las trompetas de DIOS? No quiero ser alarmista y menos un ridículo religioso; sin embargo, escribo para que estemos apercibidos. Más vivas son las Palabras del SEÑOR: «Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil» (Mateo 26:41).
Estos nuevos sonidos de trompetas han sido oídos por millares en la tierra; y sin exagerar, creo que, en todo el mundo, gracias a las redes sociales. ¿Son trompetas previas a las verdaderas trompetas de DIOS? ¿Las trompetas de DIOS solo las escucharán los hijos que han creído en su Hijo?
¿Los 7 shofares de DIOS aún no han sido tocados? El apóstol Juan escribió: «Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas» (Apocalipsis 8:6).
Los ángeles están dispuestos a ejecutar el instrumento, ¿el pueblo está preparado para escuchar ése instrumento?
Considero que estamos en la estación mundial de estudiar el libro de Apocalipsis; advierto que vendrán más situaciones terribles, las veremos alrededor del mundo; por ello, debemos estar preparados, no como han hecho aquellos fatalistas que se encuevan, y han preparado alimentos para un futuro desastre nuclear.
El mensaje de estas trompetas previas es recurrente: «Y Él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes» (Apocalipsis 10:11).
Aquí profetizó nuevamente:
«Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán» (Marcos 16:15-18. RVR1960).
He leído un artículo que habla las trompetas contemporáneas:
«En el medio de la pandemia del coronavirus, apareció un sonido extraño desde el cielo que despertó las más descabelladas teorías del “fin del mundo” y el Apocalipsis.
Sin embargo, expertos de la NASA explicaron que el fenómeno fue un “cielomoto”: una especie de terremoto en el cielo. Mientras que en la tierra los movimientos sísmicos ocurren a causa del choque de placas, en el cielo se produce por el choque de masas de aire calientes y frías…» (Fuente: Perfil en Internet).
Para los expertos son cielomotos; para mí, mensajes previos a las 7 trompetas de DIOS.
El mundo cada siglo después de CRISTO ha cumplido muy bien su tarea; ignorar todo lo enseñado por JESÚS de Nazaret. Las revelaciones no son para jugar o rechazarlas, y menos para ganar dinero; son para salvar almas, salvar a cada familia de la tierra. DIOS no quiere la muerte del que muere sin Él. En su Palabra leemos:
«El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos» (Ap. 9:13-21. RVR1960).
Los 12 discípulos interrogaron al SEÑOR, «¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?». JESUCRISTO dijo: «Mirad que nadie os engañe», lo primero que debemos hacer es prepararnos para no ser engañados, para su segunda venida y para el fin del mundo. En Mateo 24:13 se afirma: «Más el que perseverare hasta el fin, éste será salvo»; DIOS anhela nuestra salvación, desea que el mundo cumpla a cabalidad su Manual de Procedimientos (la Biblia). Estamos en principios de dolores, la mujer a punto de parir sufre mucho; luego sonríe al ver a su hijo o hija.  Y después, olvida el dolor, deseando tener otros hermosos hijos. Nosotros no olvidemos el dolor, ni la prueba que nos hacen a todos para que el corazón salga aprobado y digno de recibir el galardón eterno (por favor, lee Deuteronomio 8).
El pueblo Hebreo antes de tomar a Jericó cumplió reglamentariamente las instrucciones de DIOS (el Manual de Procedimientos no debe ser ignorado); cuando el mundo rebelde más se manifieste, más plagas se harán presente. Sin embargo, cuando el pueblo obedece se caen las barreras, y ningún enemigo queda para hacer frente. Acuérdate de «la gente gritó y las trompetas sonaron. Al oír los israelitas el sonido de las trompetas, comenzaron a gritar a voz en cuello, y la muralla de la ciudad se vino abajo. Entonces avanzaron directamente contra la ciudad, y la tomaron» (Josué 6:20. DHHDK).
El científico del servicio meteorológico de Estados Unidos, David Hill; explicó en un artículo publicado en 2011 que estos sonidos, los «cielomotos se producen por diversas razones: desde olas que golpean los acantilados hasta la caída de un meteorito».
Lo cierto, es que los escudos de la tierra tienen un Escudo Poderoso e Invencible, DIOS; y si la tierra tiene escudos, nosotros siendo hijos de DIOS tenemos al Escudo de escudos. Es decir, las trompetas indican que vendrán situaciones desagradables para quien mora en maldad, aquellos que consideran que nunca han pecado; y por lo tanto, no necesita arrepentirse ni convertirse porque no creen en lo escrito en un «libro anticuado» que llamamos Biblia.
Después de las trompetas de Jericó, Acán incumplió, su maldad (tomó el anatema de DIOS) trajo muerte al ejército de Josué y vergüenza, un ejército pequeño derrotó a quienes tomaron a Jericó; por ello, Acán fue apedreado y quemado con toda su familia y sus riquezas; terminó en el Valle de Acor, hasta hoy. Las trompetas son la advertencia para que el mundo y la Iglesia (Cuerpo de CRISTO) deje de pecar.
Las trompetas son como el zumbido de las abejas; cuando se acercan es mejor tomar medidas auténticas para no ser picados.
Aquí un sonido de trompetas previas de DIOS:

Primera Trompeta:
«A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios» (Juan 1:11-13. RVR1960).

Segunda Trompeta:
«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10. RVR1960).

Tercera Trompeta:
«Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo». (Hechos 3:19-21. RVR1960).

Cuarta Trompeta:
«Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma» (Ezequiel 3:16-19. RVR1960).

Quinta Trompeta:
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación» (2ª Corintios 5:17-19. RVR1960).

Sexta Trompeta:
«Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios» (2ª Corintios 7:1. RVR1960).

Séptima Trompeta:
«Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición» (Malaquías 4:1-2,6. RVR1960).

El Mesías ya vino por primera vez; su segunda venida está por acontecer. Es de sabios correr a los brazos de quien murió en la cruz para darnos salvación. La vida eterna es para los hijos. Uno de los misterios más hermosos está escrito en una epístola del apóstol Juan:
«Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida. Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte.  Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.  Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.  Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna. Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén» (1ª Juan 5:16-21. RVR1960).

Harold Paredes Olivo
Pastor y comunicador
haroldwjparedes@gmail.com

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