(Jonathan A. Lipnick / Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg).-
La enseñanza de Jesús sobre la «puerta estrecha» es un fragmento que resulta familiar a muchos cristianos. Su mensaje es que el ingreso al Reino de los cielos no es fácil. A diferencia de «caminar por la senda ancha», para «entrar por la puerta estrecha» se requiere disciplina, fortaleza y coraje. En el evangelio de Mateo, Jesús solo dice «entren por la puerta estrecha» (Mateo 7:13). Pero en el evangelio de Lucas se observa una urgencia mayor: «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha» (Lucas 13:24).
La palabra «esfuerzo» no resulta tan interesante como la palabra griega original que Lucas utiliza (agônizomai). Este es un verbo construido con la raíz (agôn), que se refiere a una competencia atlética como una carrera o una lucha libre.
Lucas elige esta palabra porque desea transmitir el sentido de dolor y lucha que deben tener aquellos que desean seguir a Cristo. Pablo, que escribió sus cartas antes de que Lucas escribiese el Libro de los Hechos de los Apóstoles, también utilizó estas imágenes atléticas de correr la carrera y pelear en una batalla (1ª Corintios 9:24-27; 1ª Timoteo 6:12; 2ª Timoteo 4:7).
Lucas y Pablo utilizan este término atlético porque quieren mostrar que el sufrimiento que padecen actualmente los cristianos será seguido del triunfo reservado para ellos en el futuro.