Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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(Fernando Alexis Jiménez – Pastor).-
Comentó con varias personas que su enfermedad era incurable. De acuerdo con los médicos, no había nada qué hacer…
—¿Estás segura? —le dijo una de ellas, abriendo desmesuradamente los ojos para enfatizar la sorpresa que le despertaba aquella noticia.
—Pues mujer, si el médico dice que no hay nada qué hacer, no insistas —replicó otra.
El calor de la tarde no menguaba en la ciudad. Las calles polvorientas estaban alborotadas. Ir y venir de personas. Alguien especial que llegaba.
—¿No has pensado ir con Jesús de Nazareth? Viene para acá— le insistió la más cercana de sus amistades.
—¿Tú crees que Jesús podrá sanar mi hemorragia. Mira que llevo varios años así…— musitó con un dejo de duda en su voz.
—Ten el convencimiento de que serás sana…
Esa voz la alentó. Decidió seguir a la multitud. Tocar el manto del hombre que alcanzó a divisar entre las personas. Sin duda era Él, Jesús. El hombre se detuvo y preguntó quién lo había tocado.
«Pero Jesús siguió mirando para saber quién había sido. La mujer sabía que había sanado. Así que se acercó y se arrodilló a sus pies. Ella estaba temblando de miedo y le contó toda la verdad. Luego, Jesús le dijo: —Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz y sin ninguna enfermedad» (Marcos 5:32-34. Santa Biblia, la Palabra de Dios para todos).
Había culminado un dolor físico y emocional para una mujer enferma. Había sido digna de un milagro.
Y usted, ¿piensa seguir como hasta ahora?
Cuando descubrimos en Jesucristo al Dios de milagros que responde a nuestras necesidades físicas y espirituales, comprendemos que no tiene sentido seguir como hasta ahora. ¿No le parece?
Es probable que enfrente sinnúmero de dificultades. Pese a ello, se empecina en resolverlas en sus propias fuerzas. ¿Está bien? Por supuesto que no.
Si ha depositado su confianza en el Hijo de Dios, confíe en Él. No se desgaste. Clame con fe. Los milagros ocurrirán…
No deje pasar este día sin tomar la mejor decisión de su vida: recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su vida. ¡Su existencia será transformada!
fernando@adorador.com