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Valores para vivir: Papá ausente

(Héctor Márquez – Psicólogo Clínico y Teólogo).-

A raíz de embarazos precoces, relaciones inestables, irresponsabilidad, divorcios, padres que viven en la misma casa pero que no atienden a sus hijos, y otras calamidades psicosociales, nuestro mundo está viendo crecer y multiplicarse conductas, posturas mentales, argumentos pseudocientíficos e individualismos que no son más que la construcción sistemática de antivalores que deprimen la naturaleza del ser humano y el propósito original de su existencia.
Papás ausentes es una de las razones más relevantes de la actual crisis social. Su abandono físico y/o emocional deteriora la autoestima y la perspectiva entera de la vida de un niño.
No se crea el cuento de que mamá también puede ser papá, eso es antinatura e imposible. La figura de un padre, en el sentido más estricto de la palabra, no puede ser suplida por nadie más.
Está más que demostrado que niños que no tienen una fuerte relación con sus papás pueden ser más propensos al consumo de drogas, a la violencia, a la conducta delictiva, a la depresión, al fracaso escolar y a los trastornos de identidad sexual.
Contraviniendo al muy mentado poema que reza que quien tiene un hijo tiene muchos, yo diría que cada quien debe centrarse en los propios, en ser padres exitosos, y luego, con esa carga moral y experiencia reconocida, ser como un padre para todos los demás.
El Libro inspirado de arriba dice: «Como un padre ha de compadecerse con sus hijos, así también Dios se compadece de los que le honran con acciones nobles» (Salmo 103:13).

La inquietud:
Después de leer uno de mis artículos publicado en el portal digital verdadyvida.org en Enero de 2014, Norma me escribe desde Playa del Carmen, Quintana Roo, México: «Tengo un sobrino de 07 años de edad que tiende a comportarse u optar aptitudes de una niña… Mi mamá lo consiente demasiado y prácticamente asumió su crianza… sus padres casi no están con él… No hay otros varones en la familia con quienes él pueda jugar o compartir así que siempre lo hace con mis 4 sobrinas hembras… No sé si estoy mal en decir que está afeminado pero es lo que observo, y me gustaría que me diga cómo le puedo hacer con respecto a este tema…».

Mi respuesta:
«Evidentemente el niño está modelado por su entorno…, además del reforzamiento a la conducta poco firme y varonil que recibe por parte de su abuela… Por otro lado ocurre, según entiendo, que el niño carece de la presencia paterna que debe brindarle atención y actividades que son propias para estructurar su carácter masculino e identificación con su género sexual. Por todas estas razones el niño está enrumbado a la homosexualidad. Sugiero que busquen ayuda como familia de un profesional intelectualmente honesto a fin de iniciar pronto las correcciones que pueden detener el desarrollo del trastorno de identidad sexual que está en proceso…».
valoresparavivir.fe@gmail.com
Twitter: @valorespavivir

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