(Noticia Cristiana).-
Durante los recientemente celebrados Juegos Olímpicos de Invierno 2018, en PyeongChang, Corea del Sur, unos tres mil misioneros estuvieron aprovechando el evento para predicar el evangelio. Aproximadamente mil de ellos estuvieron en las calles o frente a los lugares de competencia. Os otros dos mil misioneros estuvieron trabajando en la ciudad vecina Gangneung, donde se realizan los eventos olímpicos de interior.
Marty Youngblood, líder del equipo de misioneros de la Convención bautista de Georgia (EE. UU), estuvo en su quinta olimpíada. Él dijo que aunque no hay una cuenta confiable de misioneros en las otras, el número de locales de supera en mucho el de las otras ediciones. Las iglesias Cristianas Unidas de Corea, que reúne a 144 congregaciones en el país, ayudó a los misioneros extranjeros a encontrar lugares para hospedarse y les ayudó a comprender mejor la cultura coreana. Muchas iglesias cristianas coreanas montaron «estaciones de recepción» a los turistas en sus estacionamientos, donde distribuyeron aperitivos, café y literatura cristiana.
La Iglesia Presbiteriana de Somang, situada muy cerca del estadio olímpico, acogió presentaciones de una orquesta en vivo y miembros de la iglesia vestidos con trajes tradicionales. Ella es solo una de las 26 iglesias de Ganagneung con ministerios directamente involucrados en la evangelización durante estos juegos.
Hubo misioneros que ofrecieron bebidas calientes para los atletas y turistas como una forma de iniciar una conversación y tener la oportunidad de hablar de la fe. Otros, en su mayoría universitarios, distribuyeron literatura en diversos idiomas y estuvieron dispuestos a dar su testimonio a todos los que deseaban oírlo.
Curiosamente, uno de los ministerios que afirma haber logrado atraer a más gente a su stand es el de la Unión de Estudiantes Bautistas. Según el pastor Myungsu No, que está trabajando con ellos este año, sus alumnos están cambiando broches. Esta fue una ‘fiebre’ en toda la Olimpíada de Invierno.
Mientras que la mayoría de los atletas y turistas llevaban broche que retrataban un determinado país, deporte o equipo, los grupos misioneros ofrecieron uno que decía «Más valioso que el oro». Cuando la gente preguntaba lo que significaba, les daban el mensaje de salvación.◄