(Agencias/ VyV – REDACCIÓN).-
Hace un año ya comenzó el gran éxodo de decenas de miles de cristianos cuando Estado Islámico tomó la ciudad de Qaraqosh en la llanura de Nínive.
«Fue horrible, huimos al atardecer… todavía puedo ver el horror en los rostros de las personas, pensaban que el Daesh (EI) les mataría». Son palabras de uno de los más de 120.000 refugiados cristianos que dejaron el norte de Irak, ante el avance yihadista por el país, incluyendo la ciudad iraquí con mayor población cristiana.
En el primer aniversario del éxodo cristiano de Oriente Medio, Rami es un joven cristiano iraquí cuyo destino es compartido por todos aquellos con su misma fe, entrevistados por Oliver Maksan, de «Ayuda a la Iglesia Necesitada».
Como el resto de cristianos en el norte de Irak, su familia y él partieron a Qaraqosh, la ciudad con mayor población cristiana del país. Pero como ha comprobado Maksan a través de sus entrevistas, este oasis cristiano en un mar islamista no tardó en caer. En agosto del mismo año los cientos de miles de cristianos abandonaron la ciudad a toda prisa, al ver que los kurdos, la última línea de defensa entre ellos y los islamistas, se retiraban ante el avance imparable de Estado Islámico.
En el primer aniversario de su éxodo, los cristianos esperan a que les certifiquen como refugiados ante Naciones Unidas para emigrar a buscarse la vida en Occidente, un proceso que puede durar hasta tres años, mientras les llegan imágenes de yihadistas decapitando a unos kilómetros a todo aquel que, como ellos, difieren de su doctrina radical.
Cristianos nigerianos no dejan de asistir a la Iglesia
Por otra parte, tenemos la cruda realidad de nuestros hermanos en la fe de Jesucristo, quienes viven amenazados por extremistas islámicos de Boko Haram, y sin embargo, no dejan de asistir fielmente a sus iglesias.
“Esta puede ser nuestra última reunión”, frases como esta son las que manifiestan decenas de cristianos quienes a pesar de las amenazas del terrorismo, no dejan de asistir a los servicio y adorar a Dios.
Las autoridades ordenan a las iglesias a restringir sus días de reunión para resguardar la seguridad de los ciudadanos. Nigeria es uno de los países del continente con mayor población cristiana y los entes de seguridad afirman que es imposible proteger a todas las iglesias.
Mientras en muchas partes del mundo, miles de cristianos tienen la oportunidad de ir a la iglesia con total libertad, del otro lado existen personas que sufren por no poder adorar a Jesús fervientemente. Mientras unos desprecian el mensaje de Cristo; otros han muerto por su causa y sin negar su fe estando frente a la muerte. En Nigeria ningún cristiano puede saber a ciencia cierta, si regresará vivo a casa.
La Organización Cristiana de derechos humanos ‘Jubileo Campaña’ monitorea los ataques de Boko Haram y Fulani islamistas a los ciudadanos nigerianos.
Jubileo Campaña afirmó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en su reciente informe, que “aproximadamente el 42% de todos los ataques que se produjeron en la República Federal de Nigeria para el año 2014 se encontraban en las comunidades cristianas, y el otro 58% estaba distribuido entre las escuelas, entes gubernamentales, hospitales y civiles.
Otros estudios de la Organización mostraron que en el 2012 Nigeria solamente representó más del 60 por ciento de los cristianos asesinados en todo el mundo. Y la situación no ha mejorado.
Aun se espera que la ONU actúe y tome cartas respecto a la cantidad de muertes no solo en Nigeria, sino en distintas regiones del Medio Oriente donde cada vez aumentan las muertes y persecuciones de cristianos, muchos emigran huyendo del terrorismo, pero otro tanto están dispuestos a arriesgar sus vidas y no dejar de reunirse para buscar y alimentarse de la palabra de Dios.
Mientras tanto en Occidente
A la par de todos estos tristes episodios de los cristianos de Asia y África, el cristianismo en Occidente (Europa occidental y América), viene sufriendo un enfriamiento espiritual y una caída en lo moral, donde las banderas de la depravación se ondean más alto que las de la Biblia, producto de la ligereza con la que viven millones de creyentes en Jesucristo n esta parte del mundo.
Solo Latinoamérica muestra un repunte en el crecimiento cristiano bíblico, muy a pesar que son los grupos no tan apegados a la Palabra de Dios los que están aumentando más su membresía, especialmente los de Brasil y EE. UU. Mientras los cristianos de África y el Oriente Medio sufren la más cruel persecución, los de Occidente se alejan más de Dios, y todo esto en la cercanía de la venida de Cristo por su Iglesia.
La pregunta de Jesús sigue abierta y sin contestar: «Hallará fe el Hijo del hombre cuando vuelva a la tierra».