(Profecía al Día – Verdad y Vida).-
La pregunta «¿estamos solos en el universo?» molesta a la humanidad desde hace mucho tiempo. Desde la antigüedad muchos han tratado de dar una respuesta, desde los filósofos y hasta los astrónomos. La teología, en general, no se ocupa mucho sobre el tema, pero el Dr. Hugh Ross, un astrónomo y teólogo, cree que Dios no ha creado la vida en otros planetas.
Ross es profesor de astronomía en la Universidad de Toronto y durante 11 años fue el pastor de una iglesia cristiana. Se ha presentado en un programa semanal llamado «Razones para creer» en el canal de televisión por cable Trinity Broadcasting Network.
Según el profesor, no hay pruebas entre 3.547 planetas descubiertos por el hombre hasta la actualidad, de que haya vida extraterrestre. Sostiene que la ciencia, en lugar de preguntar «¿no hay vida ahí fuera?». Debería tratar de responder a «¿por qué estamos aquí?».
En una entrevista con The Christian Post, el astrónomo cristiano explicó que la combinación de años de estudio e investigación sobre la astronomía y teología, llegó a una conclusión, «Dios mira a la tierra de una manera única. En el Génesis, oímos sobre el desarrollo de todo el universo, pero sólo en este planeta para la vida», expresó.
Sus conclusiones se dan a conocer en el libro Planeta improbable, que justifica sus argumentos y reitera que la historia y la composición del universo cumplir el propósito de Dios. «Esto hace que miles de millones de seres humanos pueden oír y responder a la oferta de redención de sus pecados y tener una relación segura y amorosa con el Señor», señaló Ross.
El material preparado por él es el resultado de años de estudio, que tiene como objetivo responder a las preguntas comunes sobre el tema. Para ello, refuta los cuatro supuestos más comunes para hablar de la posibilidad de vida en otros planetas: el agua es el único factor determinante para que un planeta sea «habitable»; cada estrella es un candidato para convertirse en un planeta habitable; el origen de la vida es un paso fácil desde la perspectiva del naturalismo; y el proceso natural de la evolución de un simple organismo unicelular hasta el equivalente a los seres humanos es inevitable tras el paso de varios miles de millones de años.
Además, destacó que, para que un planeta sea verdaderamente habitable, debe necesariamente ser refugio al mismo tiempo en las «zonas habitables» conocido: agua, luz ultravioleta, la fotosíntesis, la capa de ozono, la velocidad de giro, oblicuidad, las mareas, la estratosfera y de campo eléctrico atmosférico. Hasta ahora, solo la Tierra entra en esta categoría.◄