La peor decisión que alguien puede tomar es sacar a Dios de su vida

Mientras el “hijo pródigo” se mantuvo bajo el manto paterno fue un hombre exitoso en al área espiritual y en lo financiero. En el hogar donde vivía se practicaba el estudio y obediencia de los mandamientos de Dios.
Después que aquel joven decide abandonar su casa y establecerse muy alejado de la influencia paterna, llevando una vida sin oración y sin atender ni obedecer los mandamientos divinos, su vida se llenó de otras prácticas.
Mucho licor, perversiones sexuales y parrandas interminables marcaron su nuevo estilo de vida. Lamentablemente las riquezas que la vida paterna le generó se acabaron rápidamente y con ellas las “amistades” y buenas relaciones.
Esta biografía nos lleva a concluir que la peor decisión que alguien puede tomar es sacar a Dios de su vida. Jesucristo dijo que la razón por la cual él había venido a la tierra era para que sus seguidores tuviéramos vida en abundancia. Quien saca a Cristo de su agenda le toca vivir una vida seca, tiesa, sin color ni sabor. Dichoso aquel que tiene a Jesús como el centro de la vida.
Dios te bendiga.
Teófilo Segovia Salazar
Pastor y comunicador