(Protestante Digital/ VyV – WASHINGTON).-
Después de 16 años sin obtener la Copa Mundial Femenina de la FIFA, el equipo de EE. UU ganó la final, disputada en Canadá. Aunque la FIFA ha prohibido a los futbolistas hacer pública su fe en el campo de juego, las entrevistas pospartido e internet están fuera de esta norma. En las redes sociales y en las entrevistas, varias atletas expresaron su fe y gratitud a Dios.
El fútbol en los EE. UU es mucho más popular entre las mujeres que entre los hombres, así que estas declaraciones tienen un gran impacto. En especial, destacaron en este sentido Lauren Holiday y Tobin Heath, ambas con un gol por cabeza en la final.
Tobin Heath
La centrocampista Tobin Heath aprovechó una jugada en la zona para hacer el quinto gol. Ella es una de las más fervorosas cristianas y declaró en una entrevista para Beliefnet: ‘Yo jugué para glorificar a Jesús’.
Sus cuentas en las redes sociales como Twitter e Instagram están llenas de versículos de la Biblia y cuando gana es común que escriba: «Gracias Señor». Su actitud fuera del campo es notable. Dice que quiere ser ejemplo que puedan seguir los jóvenes atletas. «Yo veo el fútbol como una plataforma para llevar a otros el amor de Jesús. Eso es lo que quiero», dijo ella.
«Ser conocida o famosa no es lo que me motiva a trabajar duro. Quiero ser lo mejor que puedo ser para Jesús. Es por eso que juego. Juego para glorificarlo». Aclara: «Agradezco a Dios por todo. No sólo por resultados deportivos en términos de ganar o perder», dice, afirmando que quiere ser un instrumento de Dios para mostrarle al mundo, «como Él transformó mi vida y cómo me dio un propósito y significado, amor y satisfacción».
Lauren Holiday
Otra jugadora que le gusta hablar de su fe es Lauren Holiday, una de las estrellas de la selección campeona. El año pasado fue elegida como la Atleta del Año de la Liga. Ella declaró: «Para mí, el éxito no es lo mejor que me puede suceder, lo más maravilloso es tener el amor de Jesús… cuando estoy en el campo puedo jugar libremente, ya no tengo de qué preocuparme, si voy a hacer un gol o dar un pase mal, porque mi éxito no está determinado por eso, sino por Cristo». Ella explica que, obviamente, le gusta ganar, pero puede seguir a Jesús sin importar el resultado. Así como Heath, ella dice que fue bendecida con un propósito. «Dios me bendijo abundantemente con la posibilidad de jugar al fútbol. Cada vez que voy al campo, sé que a través de mis esfuerzos yo lo estoy glorificando. Él me dio esta etapa en el mundo para compartir su Evangelio, y eso es lo que espero hacer».
Ambas jugadoras dan la gloria a Dios por sus logros, vidas y por cada momento que tienen para hacer llegar el amor de Jesús a los demás.