Ante la continua necesidad de las personas de encontrar la manera de mejorar sus finanzas, el pastor y también escritor Edwin Castro recientemente presentó su libro: El secreto de Salomón, el cual «es un compendio de consejos que puedes incorporar en tu vida para establecer un carácter correcto, tanto hábitos que debemos incorporar a nuestra vida, así como hábitos que debemos evadir en nuestra vida. Salomón nos deja saber que si tenemos cierto tipo de acciones en nuestra vida vamos a terminar en la pobreza, pero también nos deja saber que si incorporamos ciertas acciones a nuestra vida, vamos a terminar en la riqueza», explicó el pastor en entrevista exclusiva para Verdad y Vida.El lector usualmente está acostumbrado a conseguir libros que giran en torno a las finanzas y la administración, pero basados en la economía estadounidense y a pesar de la cantidad de latinos que allí residen, hay principios que son difíciles de aplicar en otros países.
¿Cómo podemos aplicar estos principios en países de gran conflicto económico en América Latina?– Yo encontré bastante material del mercado americano pero me topé con esa dificultad, muchas de las cosas que se plantean en los planes para salir de deudas, para ahorros, para generar multiplicación tienen validez en un concepto económico que no es similar al de América Latina. Debido a eso, la carga que sentimos de parte de Dios fue cómo nosotros podemos escribir para un mercado que tiene situaciones diferentes de cambio monetario, de devaluación y cómo nosotros podemos dejarle saber a las personas también que en la Biblia encontramos principios que son eternos, que trascienden las economías, que trascienden las fronteras. Entonces los dos libros publicados por Casa creación: Libertad financiera y El secreto de Salomón, vienen a responder esa inquietud, son escritos por un latino para latinos ya que, nuestro proceso es muy diferente al proceso anglosajón.El pastor Castro resumió el contenido del libro en un pensamiento destacado de Salomón para aplicar en América Latina: «En Dios encontramos la fuente de la sabiduría para prosperar».
Desde los púlpitos se habla con toda base bíblica del diezmo y las ofrendas, ¿cómo influye en las finanzas el cumplir con estos principios y qué afectaría el no cumplirlos, se puede obtener información de Salomón también de esa área?– Si, uno de los versos más citados de Salomón es Proverbios 3: 9 y 10 que dice que «debemos honrar a Dios con nuestras primicias y con los primeros frutos de todas nuestras cosechas», pero el punto fundamental es el siguiente: en la primera obra que nosotros produjimos hablamos de un concepto que es muy importante y es el orden. La pregunta más frecuente que yo tengo, inclusive en Venezuela y diferentes países es: ¿por qué razón si yo diezmo y ofrendo, no prospero? La respuesta es bastante sencilla: porque no hay orden y Dios no multiplica el desorden. Mi conclusión financiera después de tener la bendición de viajar por tantos países es que las finanzas de los hijos de Dios están en la misma condición que la tierra: desordenadas las finanzas y la cuenta del banco vacía. Lo primero que Dios hizo fue establecer el orden y es lo que nosotros necesitamos incorporar a nuestra área financiera. Hay muchas personas que no conocen cuáles son los intereses que están pagando, los vencimientos, qué tipo de hipoteca tienen. Hay un desconocimiento total en la administración de sus finanzas y ese desconocimiento produce grandes intereses, castigos, penalidades que al fin y al cabo los va a llevar a la deuda y a la pobreza.
¿Podemos hablar de alguno de estos puntos que el lector y cualquier cristiano pudiera aplicar para ordenar su vida? – Por supuesto. No podemos empezar por ningún otros lugar sino estableciendo un presupuesto. Un presupuesto es el balance entre las entradas y las salidas en un período de tiempo de una familia, de un país o empresa. Hay muchas personas que yo les digo que no sé cómo se dan el lujo de manejar sus finanzas sin un presupuesto, la analogía que yo manejo es súper sencilla. A mi manera de ver el presupuesto es a las finanzas lo que la columna vertebral es al cuerpo humano. No vas a poder manejar absolutamente nada a nivel financiero si no empiezas por lo menos presupuestando. Una inquietud de muchas personas es que «yo no gano suficiente o gano muy poco», el tema no es cuánto gano, muchas personas piensas que sus problemas financieros se van a terminar cuando ganen más dinero, mi aproximación es otra. A mi manera de ver los problemas financieros se van a terminar cuando se administre mejor, porque a mayor ingreso, mayor gasto. Es un síndrome que pasa en el mundo entero, no puedo decir que es solo en América Latina porque al momento de un mayor ingreso, por ejemplo, una bonificación entonces surge un gasto, algo que toca cambiar o comprar. Es un tema cultural y por eso es tan importante este segundo libro porque nos habla del carácter, de cómo tener la capacidad de esperar para no endeudarnos, de cómo debemos trabajar en la gratificación retardada, son aspectos que tienen que incorporarse al carácter definitivamente.
¿Qué consejo le da a los pastores para que orienten a su grey con respecto a este tema basado en su libro?– Es una realidad. Yo creo que la iglesia a nivel tradicional se ha dedicado únicamente a enseñarle a su gente qué tiene que hacer con el 10 % de su dinero pero no les ha dejado saber qué tienen que hacer con el 90 %. Encontramos personas que tienen intención de honrar a Dios pero no tienen capacidad de hacerlo y una de las instrucciones claras que Dios nos dio a nosotros en la ciudad de Miami fue no pedir diezmos ni ofrendas como tal en nuestras reuniones y nos enfocamos mucho en ayudar a las personas a establecer el diseño de Dios para sus finanzas y allí es donde surgen los libros, es decir que nuestro mayor interés es que las personas puedan salir de deudas, establecer el plan de Dios y como resultado lógico ellas van a dar, pero aunque muchos pastores de pronto no les parezca esto, mi conclusión es que la gente no da porque no puede.◄