Hoy en día el material es mucho más fuerte y está en el bolsillo de cualquier niño o adulto…
José no tenía internet, ni kiosco ni teatros de mala muerte, él tenía a la esposa de su jefe insinuándosele día a día, su lucha no era no entrar a algunas páginas, seguir a ciertos “influencer” o ver ciertas cuentas de Twitter; su lucha era no caer en adulterio con una mujer que seguramente olía y se veía bien, su tentación pudo haber sido pensar que nadie se enteraría, nadie lo vería y nadie sospecharía, la veía todos los días como parte de su trabajo, pero, sin embargo, no cayó.
En un episodio de su vida y ante la misma petición: “acuéstate conmigo”, vemos que usó dos estrategias, una mejor que la otra, por cierto.
Primera estrategia: La esposa de su jefe le pidió que tuvieran relaciones íntimas y su respuesta fue negarse y explicarle las razones; el resultado fue que la mujer se le acercó más, trató de quitarle la ropa y le pidió nuevamente que tuvieran relaciones… allí fue cuando usó la segunda “estrategia”: SALIÓ CORRIENDO COMO PUDO. Y esa fue la estrategia que resultó
Algunos están luchando con contenido sucio en internet, otros con personas de carne y hueso que le dicen que se acuesten (o se vuelvan a acostar), otros están lidiando con ser inmorales, chismosos, malhumorados, soberbios, etc. Solo quiero dejarte este pensamiento: la tentación no razona, no puedes discutir y ganarle, no puedes hacerle entender, si te quedas frente a ella te atacará, te seducirá y te hará caer. La tentación no razona solo sé lo suficientemente valiente para huir.
«Pero él dejó su ropa en las manos de ella, y salió corriendo de allí» (Génesis 39:12b).
Carlos Javier Sivira
Comunicador