«Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello» (1ª Pedro 4:14-16).
No está de «moda» sufrir por Cristo, sino disfrutar del mundo y lo que hay en él. Cuidado no seamos hallados siendo «enemigos de la cruz de Cristo». El Señor NO llamó a un pueblo para que disfrutara «de los deleites temporales del pecado» sino para que le siguiera llevando su cruz, y siendo vituperado por el mundo. Medita… ¿es ese el camino por donde vas? Recuerda: «no todo el que me diga Señor, Señor entrará al reino de los cielos sino el que haga la Voluntad de mi Padre que está en los cielos». ¡Dios te bendiga!
Fernando Regnault
Articulista
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