La GRACIA de Dios es su favor, su auxilio, o ayuda inmerecida. Esforzarse en la GRACIA no es más que poner todo nuestro empeño y dedicación por DAR LO MEJOR de nosotros mismos cuando las condiciones, por la voluntad de Dios, se dan a favor del propósito o plan que tenemos en nuestra mente y corazón… Esforzarse en la GRACIA o CORRIENTE de Dios es DAR nuestro MEJOR RENDIMIENTO cuando las puertas se nos abren para hacer en completa PAZ y LIBERTAD lo que estamos esperando y anhelando hacer.
Lamentablemente, muchas son las veces que NO entendemos esto y terminamos haciendo lo que no debemos…; nuestra corta visión espiritual nos impide discernir esos momentos en los que la CORRIENTE o GRACIA de DIOS está soplando o fluyendo a nuestro favor, para que hablemos y actuemos en función de lo que queremos y necesitamos; al final terminamos insistiendo en algo que Dios NO apoya ni aprueba para nuestra vida.
Oro intensamente e invito a orar para que el Dios que gobierna los cielos y la tierra nos ayude a ver su GRACIA inmerecida actuando a nuestro favor; y podamos eficazmente aprovechar cada uno de esos momentos en los que Él desea que nos levantemos, hablemos y actuemos en función del objetivo o propósito que nos hemos trazado y que goza de su completa aprobación. Sólo así evitaremos tanta frustración, pérdida de tiempo, dinero y esfuerzos, tratando de alcanzar OBJETIVOS EGOÍSTAS, vale decir, metas y propósitos que no cuentan o gozan con el respaldo y la aprobación de DIOS…!
Domingo Arana
Evangelista y músico
domingoarana@hotmail.com