(Mundo Cristiano – Verdad y Vida).-
Crystal Bassette fue una estrella porno que ganaba grandes cantidades de dólares al año antes de encontrar a Dios. Cuando este toque de lo alto ocurrió, decidió dejar atrás la industria cinematográfica para adultos y comenzar a predicar de Cristo.
Un fuerte pasado
Cuando Crystal era tan solo una niña, fue abusada sexualmente por dos sujetos. A pesar de que asistió a un psicólogo y terapia para superar lo ocurrido, ese incidente fue el detonante para ella caminar por el camino de la pornografía años después.
A sus 16 años de edad tuvo su primer hijo y tomó la determinación de darle a su hijo el mejor estilo de vida que pudiera darle. Sin embargo, después de mudarse a Hollywood desde Carolina del Norte, se dio cuenta que vivir en un buen vecindario tenía un alto costo.
Trabajó algunos años como modelo y también trabajó como bailarina y participó en algunas competencias de baile nudista, lo que la llevó a conocer a un agente de la industria de películas para adultos, quien le ofreció un papel en una película pornográfica y con eso ganaría una gran suma de dinero mensualmente.
Crystal se vio atraída a la idea de ganar una gran cantidad de dinero y así poder mantener a su hijo, por lo que fue a una primera filmación poco después de la propuesta. “Recuerdo que después de grabar la escena me senté en la ducha a llorar durante dos horas. No volví sino después de un mes tras haber grabado la escena”, explicó Bassette.
“Al final regresé, pero comencé a tomar medicina para el dolor y mucho alcohol para poder hacer cada escena”, confesó. “Esta era mi rutina diaria, llevaba a mi hijo al colegio en la mañana, iba a filmar una escena y después me iba a casa. Era como un trabajo regular de 9am a 5pm”, dijo.
Bassette, conocida como Nadia Hilton en la industria pornográfica, se vio atrapada en el uso y abuso del alcohol, y comenzó a tener un estilo de vida totalmente materialista. No escatimaba en nada, gastaba su dinero en su mansión en Malibú, así como en cocineras, jardineros, sirvientas, carros deportivos, clubes nocturnos, entre otros. “Mi mente era un desastre”, recordó.
“Solo vivía para complacerme mis gustos y los de mi hijo, nunca pensé en la consecuencia de trabajar en películas pornográficas, bailar en clubes y de mi estilo de vida. Comencé a convertirme en un objeto, no podía salir de mi casa sin mostrar mi escote, barriga o sin zapatos de tacón alto. Era como si constantemente yo debía verme como un objeto sexual”, explicó Crystal. Y durante un período posterior de 10 años, Bassette realizó más de 100 películas pornográficas.
Momentos decisivos
Envuelta en las fiestas, en el alcohol y una relación sentimental problemática, un día salió de una fiesta y Crystal tuvo un accidente automovilístico que la hizo entrar en razón y reflexionar sobre el destino que ella misma se estaba forjando con sus decisiones. Inclusive recibió un cargo policial por “conducir en estado de ebriedad” tras el accidente.
Después de su recuperación asistió a una iglesia con su hermana y su mamá. “El día que acepté a Jesús como mi Señor y Salvador, sentía que el predicador me hablaba a mí directamente. Era como si estuviera predicándome a mí únicamente y verdaderamente pude sentir que Dios me hablaba a través del mensaje y todo lo que el pastor decía”, recordó.
“Me levanté y caminé por el medio del pasillo, me arrodillé y comencé a pedirle a Dios que me liberara de todo lo que tenía… mi madre y mi hermana estaban allí, junto a mí”, dijo. “Este fue definitivamente el mayor de los cambios, es ir de un extremo al otro. Sencillamente debía dejar la vida de vanidad y desenfreno que llevaba”, aseguró.
Una nueva vida
Bassette comenzó a caminar con el Señor y aunque tuvo que ir desprendiéndose de contratos que ya había adquirido, terminó de dejar la industria pornográfica para terminar la universidad e iniciar una nueva vida en Cristo Jesús.
Conoció a quien hoy es su esposo, David Bassette, quien fuera pastor en el momento. “Él conoció todo mi pasado por años porque mi hermana asistía a la iglesia que David pastoreaba. Él es el tipo de persona que piensa y cree en que el pasado es pasado, no se puede traerlo al presente, ya quedó atrás”, explicó. La pareja se casó en diciembre del 2014 y pronto tuvieron un hijo a quien llamaron Carter.
A pesar de la salvación y de su restauración, ha tenido que tener algunas conversaciones difíciles, incluyendo una con su hijo, que estaba en la escuela secundaria en ese momento, dejándolo conocer su profesión anterior. “Lloré. Él gritó”, dijo ella. Pero mientras que Bassette ha tenido que confrontar su pasado, ella dijo que ella es una mujer transformada: “alguien que hoy no es feliz por cosas materiales, sino por estar rodeada de su familia”.

Tiempo después David y Crystal fundaron la iglesia “Nuevos comienzos vida cristiana” (New Beginnings Cristian Life) y ejercen el pastorado en Fulton, Nueva York, EE. UU y desde allí llevan el mensaje de salvación y restauración en Cristo Jesús.
“Me gustaría que la gente sepa que Dios puede perdonar, no importa cómo sea tu pasado. Quiero que la gente vuelva a Cristo sin importar cómo fueron sus relaciones y sus experiencias”, dijo desde el púlpito de su capilla en Nueva York. “Mi pasado me hizo lo que soy hoy y Dios cambió mi vida completamente”, concluyó.
La Palabra de Dios dice que Él “escogió lo vil del mundo y lo menospreciado, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie pueda jactarse en su presencia” (1ª Corintios 1:28-29. RVC), y precisamente eso fue lo que hizo con la vida de Crystal, una mujer que menospreciaba su cuerpo y su persona, para luego salvarla, restaurarla y usarla como predicadora de su mensaje para la salvación de muchos. No importa qué haya hecho usted, en Cristo puede hallar perdón y salvación eterna.◄