[Adonirán Díaz – Pastor y Máster en Administración (IESA)].-
¿Por qué hablar de «Finanzas sanas» ¿Acaso todas las finanzas no son sanas? ¿Entonces hay finanzas que no son sanas?
Frente a un tema tan amplio y genérico pudiéramos hablar, en su entorno, de: Finanzas lícitas, y su contraparte; Finanzas prósperas. Pero, ¿todas las finanzas prósperas son lícitas? Como podemos darnos cuenta, se establece una telaraña tan amplia alrededor de las finanzas la cual tiene ramificaciones de lo bueno y de lo malo; de lo sano y lo podrido; de la actividad sana y de la actividad delictiva, y pare usted de contar.
Si podemos establecer una diferenciación clara entre lo lícito y lo ilícito, entonces podremos ubicar, con mayor claridad lo que es «Finanzas Sanas». Desde luego, toda actividad financiera que provenga de lo ilícito no es sana de ninguna manera.
Toda actividad financiera ilícita actúa fuera de la ley: evade impuestos, trabaja con «legitimación de capitales» (definiremos este término más adelante, en este u otro artículo), utiliza el terror, se vale de carteles, se apoya en mafias, funciona con roscas dentro y fuera del gobierno.
Quienes actúan ilícitamente, no tienen ningún rubor para matar, robar, extorsionar, chantajear, agiotar, (definiremos este término más adelante), matraquear, sobornar, pagar sobreprecios para conseguir ganancias mayores con compadrazgos y amiguismos. El clientelismo (este término será definido más adelante) está a la orden del día, dentro y fuera de las instituciones gubernamentales.
En el funcionamiento de la actividad financiera ilícita hay un sub-mundo oscuro y macabro tan podrido que nunca sería posible llegar al fondo de la inmundicia. Todo hallazgo o descubrimiento solo se queda en la nata de la mezcla inmunda contenida en la olla que encierra tan horripilante pantano.
Los términos aquí usados, por muy duro que parezcan, no llegan a describir, en su realidad verdadera, la suciedad de la actividad financiera ilícita.
La presentación o apariencia de los financistas practicantes de finanzas ilícitas nunca reflejará lo que tienen por dentro, o lo que realmente son como perversos y malvados. Es tal que se confunden con aquellos que practican las finanzas lícitas, o se mezclan de una manera que no será posible distinguir quien es el honesto y apegado a la las leyes y los que sin ningún rubor ni temor alguno son mafiosos y tienen la habilidad de confundirse entre lo bueno. En términos bíblicos Cristo dijo, haciendo una paráfrasis, que es muy difícil saber cual es el trigo y cual es la cizaña.
Definamos, en el siguiente artículo, un término poco usado con este nombre, pero conocido en la antigua Italia, donde los funcionarios públicos hacían actividades ilícitas con los fondos del Estado. Usaban el capital del Estado para hacer sus propios negocios, y por eso se les llamó «agiotistas». Esta palabra viene del verbo en italiano «agiotare».
Para despedirnos en este primer artículo sobre «Finanzas Sanas», hacemos un par de preguntas:
¿Dios aprobará la actividad financiera ilícita? ¿Dios estará de acuerdo con las «Finanzas Sanas»?
En la parte II de este tema «Finanzas Sanas» comenzaremos definiendo: Agiotismo y Agiotista.
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