«El canal CNN fue sacado del aire en Venezuela», «la inflación llegará a un 3 mil por ciento este año», «el dólar paralelo se acerca a los 5 mil bolívares por dolar», «fueron asesinadas 28 mil personas en el 2016», «la escasez se agudiza», «un caucho de un vehículo sobrepasa los 100 mil bolívares», «57 de cada 100 venezolanos, ven como única opción ante la crisis, salir del país».
Estas son algunas de las noticias que nos dan la bienvenida todos los días al despertar cada mañana en este país. Cualquier persona normal se derrumba al ver que todo esto atenta contra sus sueños. ¿Se puede ser feliz en un país así? ¿Puedes levantarte una mañana lleno de optimismo? La respuesta a estas preguntas depende de lo que cada uno de nosotros entiende por bienestar y felicidad.
Para mi, respetando lo que otros creen y piensan, estar bien es una decisión. Recientemente fue llevada a la pantalla grande en una magistral película, la experiencia de los 33 mineros chilenos, que durante 69 días, quedaron atrapados a más de 720 metros de profundidad, sin reservas de alimento, sin agua suficiente y sin ninguna esperanza de ser rescatados con vida, ¡SOBREVIVIERON! hay una de las escenas de la película, que en lo personal pienso, es la más clave de la historia, es cuando el jefe la cuadrilla deja ver todo su desaliento y desesperanza, su experiencia le decía que la búsqueda se haría solo por tres días y luego dejarían de buscarlos. Ante tal declaración, Mario Sepúlveda, interpretado en la película por Antonio Banderas, declara: ¡Yo he decidido creer que si seremos rescatados! Esa confianza, que no es otra cosa que FE, les mantuvo vivos y esperar a ser rescatados, en una operación extraordinaria que tuvo un costo entre 10 a 20 millones de dólares y fue observada por los medios de comunicación por más de mil millones de personas, a través de más de 1.600 periodistas de todo el mundo.
Cuando analizo mi vida y lo que a diario veo en mi país, de verdad que no es nada comparable con la experiencia de estos mineros, si ellos decidieron creer, a pesar de estar en circunstancias más desfavorables, pues yo he decidido lo mismo, HE DECIDIDO ESTAR BIEN y creer que muy pronto Dios se levantará y mostrará toda su gloria en esta nación.
La vida es un carrusel de circunstancias, llena de cambios, de momentos buenos y momentos malos. El salmista David, en el Salmo 34, nos deja un hermoso poema que nos enseña una buena actitud ante los problemas de la vida. Esa actitud se llama ALABANZA.
Lo primero que observamos en este poema de David, es que la alabanza no se nutre de las circunstancias, por el contrario, está por encima de las circunstancias. «Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán». ¡Esto se llama decisión! No importa en cuánto haya amanecido el dólar paralelo, ni en cuánto por ciento aumentará la inflación, no sé a cuánto llegará el costo de la vida este año, no sé si se incrementará el número de asesinatos, ¡YO BENDECIRÉ AL SEÑOR en todo tiempo! Esta clase de alabanza tiene unas características extraordinarias.
1.- Es saludable para el alma, el asiento de nuestras emociones: «Mi alma se gloría en el Señor; lo oirán los humildes y se alegrarán».
2.- Es contagiosa, afecta a quienes están cerca de mi, en especial, a la familia: «Engrandezcan al Señor conmigo; exaltemos a una su nombre».
3.- Es liberadora, rompe el yugo del temor en nuestras vidas: «Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores».
¿Cómo va a terminar todo esto?, de verdad que no lo sé, eso no lo controlo yo, pero hay algo que sí puedo controlar, MIS ACTITUDES y MIS DECISIONES. Así que, he decidido creer a lo que Dios ha dicho sobre mi país un montón de veces, y que he escuchado a lo largo de estos 34 años en mi fe cristiana, eso no lo cambiará ningún gobierno ni de izquierda, ni derecha, ¡porque los cielos y la tierra pasan, pero su palabra no pasará! He decidido alabarle, con mis palabras, con mis acciones y con mi servicio en pro de los más necesitados y afectados por esta crisis. He decidido poner en alto mi llamado, antes que mis necesidades. No sé lo que está ocurriendo allá afuera, pero estoy seguro que Dios algo está haciendo, he decidido CONFIAR EN ÉL. ¿Y tú en quien pondrás tu confianza?
Carlos Eduardo González
Articulista
Gloria a Dios por este articulo. Vienen Dias de Gloria para mi País. Bendito aquel que pone su confianza en Jehová!