Dios dirige la sucesión de circunstancias en nuestras vidas. Por más que ellas cambien, Dios no cambia

«En quietud y en confianza será vuestra fortaleza» (Isaías 30:15).
¿Qué cosas ocupan nuestros pensamientos? ¿Añoranzas por el pasado? ¿Temor por el futuro? ¿Somos optimistas diciendo: «Todo irá mejor mañana», o pesimistas: «¿Qué será del mañana?». Cristianos, seamos realistas y confiemos en el Señor, pues Él desea vivir con nosotros el momento presente.
Si bien la vida está compuesta por acontecimientos felices y situaciones difíciles, por penas y alegrías, nuestros remordimientos o inquietudes no pueden cambiar nada. Lo importante es atravesar todos esos momentos en una relación permanente con Jesús, el Salvador vivo que nos ama.
Dios dirige la sucesión de circunstancias en nuestras vidas. Por más que ellas cambien, Dios no cambia. En todo lo que nos sucede, Dios desea que confiemos en Él. Si todo va bien, no olvidemos agradecerle. ¿Y si todo va mal? Sepamos que el Dios de amor siempre está con nosotros, y que nada lo supera.
No vivamos del ayer o del mañana. Nuestra relación con Dios no es la nostalgia por lo que hubiera podido ser o el sueño por lo que podría suceder. Es una relación viva, confiada, feliz y presente.
El apóstol Pablo aprendió a estar contento cualquiera que fuera su situación. Él escribió: «En todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:12-13).
FRASE DE HOY: Dios dirige la sucesión de circunstancias en nuestras vidas. Por más que ellas cambien, Dios no cambia.
George Laguna
Pastor y periodista