Hay muchas personas que oran, cantan y ofrendan más por rutina que por conciencia
“No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor” escribió el cantautor mexicano Juan Gabriel en una canción que popularizó Rocío Durcal por los años 80-90 del siglo pasado.
Todo seguidor de Cristo debe estar pendiente de que la costumbre o rutina no se interponga en su relación con Dios porque el menor descuido puede apagar la llama del Espíritu Santo y, sin darse cuenta, pudiera estar practicando una elemental costumbre religiosa o conductual sin que en su mente y corazón exista la devoción que debe acompañar permanentemente a todo hijo de Dios. Hay muchas personas que oran, cantan y ofrendan más por rutina que por conciencia.
Tomás, uno de los discípulos de Jesús, después de acompañarlo y escucharlo por varios años, había perdido la brújula espiritual y estaba siguiendo al maestro por rutina o costumbre. Había perdido la claridad del porqué estaba siguiendo el evangelio. Tomás deja en evidencia que aunque estaba caminando con Cristo estaba “más perdido que el hijo de Limbert” al hacerle una acotación al maestro: “Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo pues, podemos saber el camino?”.
Dios te bendiga.
Teófilo Segovia Salazar
Pastor y comunicador