Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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(Verdad y Vida).-
Hospitales sin funcionar, comercios incomunicados con la banca, servicios de telefonía e internet caídos, el sistema financiero nacional inmovilizado, inasistencia laboral y escolar; decenas de muertes en centros asistenciales, pérdidas millonarias y un país literalmente paralizado, fue el saldo que dejó el más grande apagón en la historia de Venezuela, que inició a final de la tarde del jueves 07 hasta el lunes 11 de marzo.
Este evento, que para algunos fue causado por el «saboteo de Estados Unidos» y para otros «por falta inversión y mantenimiento», en realidad, y a estas alturas, dadas las pérdidas humanas, económicas y sociales lo relevante de las causas del gran apagón nacional, tendrá que dirimirse ante la justicia terrenal y divina, donde deben presentarse algún día los responsables; si la terrenal falla, la de Dios será implacable.
A pesar del apagón, la obra cristiana no se detuvo, los creyentes asistieron a sus congregaciones el pasado domingo 10 de marzo para adorar al Señor y orar por la nación, a pesar de no contar con electricidad, unos usando plantas, otros al aire libre, pero la Iglesia de Cristo brilló en medio de las tinieblas que cubrieron la nación durante esos tenebrosos días.
No solo se congregaron el día domingo, todos los días hubo reuniones de oración en horarios diurnos y hasta a la luz de las velas, pero nada detuvo al pueblo de Dios en Venezuela para cumplir su ministerio ante el Señor y los hombres. La Iglesia venezolana se mostró como la fiel heredera de la Iglesia del primer siglo, la cual en medio de persecuciones se refugiaba en las oscuras catacumbas para orar y adorar al Señor que dio su vida en la cruz por amor a ella.
¡Vamos Venezuela… Tu libertad está más cerca de lo que imaginas! «Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor ha amanecido sobre ti. Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y densa oscuridad los pueblos; pero sobre ti amanecerá el Señor, y sobre ti aparecerá su gloria» (Isaías 60:1-2. LBLA).◄
