Nada ocurre por casualidad, todo efecto tiene una causa, si aplicamos esta ley a lo que pasa en Venezuela obviamente llegaremos a la simple conclusión de que los venezolanos tenemos lo que nos merecemos, ya sea que estemos o no conscientes de ello.
La mejor manera de acabar con un efecto indeseado, es eliminando la causa que lo produce, el trabajar continuamente sobre el efecto no lo cambia, lo consolida.
La enorme descomposición social que se manifiesta en nuestro país, como lo que todos llamamos crisis, ya sea social, económica, política o humanitaria, no es la causa del problema, de hecho; la descomposición social es el efecto y la crisis es la forma como lo percibimos y nos afecta directamente a todos.
La causa fundamental de esta condición es espiritual e individual, luego se evidencia por la pérdida de referente moral en las instituciones sociales, y finalmente vemos cómo la corrupción lo afecta todo en la sociedad.
Podríamos decir que es un problema interior que se expresa de forma visible en el exterior, como un cáncer interior localizado, que luego que hace metástasis, manifiesta los síntomas afectando todo en el resto del cuerpo, haciéndose visible a todos a su alrededor.
Normalmente un cáncer se desarrolla en un ambiente ácido (PH ácido en el cuerpo), siguiendo esta analogía, la pregunta obvia es: ¿cuál fue el ambiente ácido que creó las condiciones favorables para que este cáncer afecte hoy a toda la sociedad venezolana?
En primer lugar, tendríamos que buscar su origen en lo espiritual, que es la causa primaria de esta descomposición social, como ya lo he dicho previamente, los venezolanos de alguna manera le dieron la espalda a Dios y a su sabiduría, basada en valores y principios para construir la sociedad y se deslizaron peligrosamente en el filo de la navaja, en algo que muchos consideran una virtud, pero que en realidad se convirtió en una maldición que le abrió la puerta de entrada a todo lo inmoral que hoy gobierna nuestro país; por supuesto, me refiero a lo que muchos llaman Viveza Criolla.
La reserva moral del país, la iglesia, quien debía ser un muro de contención para frenar la formación de este cáncer, no tuvo el éxito profiláctico social necesario para mantener sana la sociedad, por lo cual hoy nos encontramos todos en medio de una emergencia terapéutica, donde nadie logra dar con la cura definitiva que erradique el cáncer que tanto daño le ha causado a todos los venezolanos.
Una cosa llevo a la otra y así sucesivamente hasta encontrarnos en esta situación tan lamentable, los venezolanos en vez de buscar la ayuda en Dios y su sabiduría, buscaron esa ayuda en un caudillo que se presentó como un mesías salvador, al cual la mayoría endiosó, incluido muchos cristianos, que a pesar de saber posteriormente que este seudo mesías se asoció con brujos, santeros y espiritistas, aún así lo siguieron apoyando, para darle oxígeno al cáncer que poco a poco hizo metástasis, dañado todo en nuestra sociedad.
De esta forma la idolatría desplazó el lugar que le corresponde a Dios en la construcción de una sociedad estable funcional y feliz, dando paso libre a la inmoralidad que poco a poco fue destruyendo todos los valores y principios imprescindibles para construir la sociedad venezolana.
Se perdió la justicia, la mentira se apoderó de la forma de hacer política, tanto del Gobierno como de la oposición, el amor al dinero lo contamino todo, elevando la corrupción a niveles sin precedentes en nuestra historia.
El pueblo ciegamente continuó eligiendo a los corruptos, ateos e inmorales como sus gobernantes, ignorando por completo las señales en el camino, intercambiaron los valores y principios ético-morales por un bozal de hambre o dinero, y aunque hoy se considera una víctima de esta banda de forajidos que están al frente de un estado fallido, que secuestró todo en nuestro país, realmente ha sido un cómplice sistemático hasta ahora. Gracias a Dios algunos ya empezaron a abrir los ojos, espero que no sea muy tarde para revertir todo el mal que casi acaba con una generación completa.
El país fue saqueado, la sociedad fue totalmente fragmentada por laboratorios de ingeniería social, usaron el populismo y las ideologías para manipular por completo el inconsciente colectivo de la sociedad, que hoy está anestesiada, resignada y no cree en nadie.
Tenemos hoy los gobernantes y condiciones sociales que nuestras malas decisiones produjeron, no podemos hacer lo mismo todo el tiempo y esperar un resultado diferente, un problema no puede ser resuelto con la misma mentalidad que fue creado, porque entonces se convertirá en nuestra cárcel y entraremos en un ciclo recurrente interminable.
Tenemos que aprender la lección para evitar seguir repitiendo el examen, esta crisis no se va a ir de Venezuela hasta que aprendamos la lección que necesitamos para superarla, les confieso que a veces me frustro, porque a pesar de todo lo que ha pasado en el país la mayoría sigue pensando igual, por lo cual siguen actuando igual, reprobando el examen una y otra vez, con una frustración cada vez mayor, debido a que esperan un cambio actuando igual todas las veces.
Ejemplo: la sociedad sabe que en Venezuela no hay democracia ni estado de derecho, también saben que no existen garantías electorales, y aún así esperan un cambio por medio un evento electoral que saben que terminará en fraude, esto es una conducta que Albert Einstein llamó DEMENCIA.
Necesitamos despertar de este mal sueño y actuar en consecuencia, haciendo primero lo primero, eliminar la causa; olvídese de los mesías humanos, Venezuela no necesita un caudillo, deje de endiosar a los hombres, inclínate ante Dios y pídele perdón por haberlo desplazado del lugar más importante en tu vida, pídele sabiduría para hacer buenas decisiones, aléjate de la viveza criolla, pon a Dios en el primer lugar en todo lo que haces en tu vida y verás como todo empezará a cambiar para bien en tu vida, familia y país.
Decide hacer lo correcto sin importar el precio que debas pagar, recuerda que no existe un momento acertado para hacer algo que sabes está mal.
Deja a un lado el egoísmo y prioriza a Venezuela y a los venezolanos, sé solidario con tu prójimo, no le hagas a otros lo que no quieres que otros te hagan a ti, recuerda que uno cosecha todo lo que siembra, planta semillas de amor sirviendo con tu don a los demás.
Cuando eliminemos la causa de esta descomposición social, el efecto de esta crisis desaparecerá para dar lugar al nacimiento de la nueva y mejor Venezuela que todos anhelamos, pon a Dios primero y nunca serás el último, ama a tu prójimo y decide actuar por los principios y valores ético-morales siempre, y verás cómo todo comienza a mejorar en tu vida.
Da lo mejor de ti a los demás siempre, deja de quejarte y comienza por tu hogar a construir la Venezuela que quieres, todo comienza dentro de ti, Venezuela será el reflejo de sus ciudadanos.
Miguel Ángel León R.
Ex candidato a gobernador por el estado Zulia