Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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Arnulfo López Jr.
Periodista, teólogo y escritor
arnulfolopezjr@hotmail.com
Lápiz del escritor: Teología Bíblica y Estado sobre la orientación sexual
En primer lugar, debemos recordar que por regla general Dios eterno creó la familia (Génesis 1:26-27), el Estado (Proverbios 15:16) y la Iglesia (Mateo 16:18).Por lo que cuando se refiere a la familia, se trata de hombre y mujer (Efesios 5:21-33).En segundo lugar, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Artículo 77, hasta ahora ha reconocido el matrimonio entre el hombre y la mujer y el estado es garante de la familia. Sin embargo, en algunos países de Hispanoamérica han estado quebrantando y desobedeciendo la ley moral de Dios y permitiendo libremente que se casen las parejas de la sexodiversidad (homosexuales), diferentes al modelo socialmente impuesto, según quienes promueven esta inmoralidad.Seguidamente, mencionamos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), supuestamente garantes de la paz, tranquilidad y la seguridad mundial, aprueban este pecado lascivo y promiscuo, aparentemente sobre los valores de la igualdad de género y de identidad sexual con base en los derechos humanos, por lo tanto es posible que muchos países del mundo incentivados por la Declaración de estos organismos han ido aceptando esas decisiones de celebrar el matrimonio de la preferencia sexual (homosexualismo y lesbianismo).Como resultado de todo esto, es decir, de la depravación del hombre y la mujer sin el conocimiento de la ética cristiana, desde un principio en la Teología del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento leemos que Dios Creador ha maldecido la poligamia (tener varias mujeres, Génesis 4:1 ss); el adulterio (Génesis 6:1 ss; Mateo 19:9); la pornografía (Génesis 7:1 ss); la homosexualidad (Génesis 19:1 ss); la fornicación (Génesis 34:1 ss); la prostitución (Génesis 38:1 ss); la seducción (Génesis 39:1 ss), entre otros.En conclusión, la Biblia nos aconseja que nos cuidemos de estas prácticas inmorales e ilegales ante el Dios de la esperanza, en especial a los que promueven este pecado sobre quienes caerá la condenación (Romanos 13:2) por no leer, oír y guardar esta palabra de la profecía (Apocalipsis 1:3).
