(Oscar Agüero – Apóstol).-
El Goliat (gigante) moderno a derrotar. Y crecimos con el hábito, no nos dimos cuenta y poco a poco, desde que anhelamos tener nuestra primer tarjeta de crédito, para «tener crédito» y pensamos que esto era una bendición, no nos dimos cuenta que era contrario a la Palabra de Dios, no lo escudriñamos simplemente lo aceptamos y creímos sin analizarlo, y empezamos a vivir y disfrutar las cosas sin tener el dinero para hacerlo; y nos acostumbramos a vivir endeudados; algunos incluso le llamamos, la bendición de Dios. Otros se arriesgaron, incluso manipularon informes y declaraciones para tener varias casas, y llamamos a eso: bendición del creador.
De pronto todo se vino abajo, y nos dimos cuenta, que vivir sin deudas es más sabio que tener muchas cosas, con la deuda oprimiendo. Al final uno saca conclusiones: Yo tengo cosas, o las cosas me tienen a mí.
(Prov. 22:7) dice: «El rico se enseñorea del los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta».
Pero hoy al pasar el tiempo, nos dimos cuenta que sólo la palabra de Dios es la que permanece para siempre, que las palabras de Jesús, son actuales: «El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán».
Una madrugada Dios me habló, yo le había consultado sobre comprar propiedades a crédito, realmente parecía un buen negocio, lo que uno compraba hoy en dos años valía el 30 o 40% más. Y yo pensaba que invertir en esto parecía un buen negocio, tenía buen crédito, y contaba para dar el anticipo; todo parecía correcto El me dijo: «No es tiempo de comprar sino de sembrar».
He aprendido a no chocar con la guía del Espíritu Santo. Sé que Él sabe más que yo.
A causa de la inversión que mi familia ha hecho no sólo en el Ministerio Internacional Jesucristo el Todopoderoso, sino en Radio y TV Ondas de Amor, pensé que era tiempo de comprar para mí y mi familia, Dios no pensó igual. Seguramente hubiera ido a la quiebra si no hubiera obedecido a Dios. Hoy estoy completamente enfocado en motivar a mis hermanos a saldar las deudas para que sean libres de esa maldición. Jesús dijo: (Mateo 6:24): «Ninguno puede servir a dos señores; Porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro, no podéis servir a Dios y a las riquezas».
Sé que no es fácil, para el que está acostumbrado a gastar y ahora para matar al enemigo DEUDA, pagar y pagar sin disfrutar la compra de nada, pero es el nuevo nacimiento económico, para tener una economía sólida y firme. Entre las promesas de Dios está como base económica lo siguiente: «Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no pedirás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobe ti no tendrán dominio» (Deut. 15:6).
1) Prestarás
2) No pedirás prestado
3) Tendrás dominio
4) No tendrán dominio sobre ti
Con la bendición de Dios sobre si la Biblia dice así: «Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso» (Génesis 26:12-13).
Dios quiere también que tu también seas poderoso porque esta influencia será para establecer el reino de Dios, y decir Venga tu reino, venga tu reino.
De hecho Dios dice: «Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre».
Creo que cuando nos endeudamos no tenemos temor de Dios y atentamos contra la bendición que Cristo ha logrado al redimirnos de la maldición de la pobreza, de la miseria, incluso atentamos contra la bendición para nuestros hijos y le entregamos la maldición de la deuda.
Sé que antes de pagar renta en una casa, es mejor contraer un compromiso para comprar, y capitalizarse. Sé que usted necesita un automóvil, que no sé detenga cada semana porque su tiempo vale, sé que muchas veces no tenemos el total para comprarlo; sin embargo el que usted tenga estas cosas son necesarias ¿pero ha analizado usted cuántas cosas ha comprado, sin necesidad de las mismas?
Como ministro del Señor, he visto personas amables, con buenos sentimientos, incapaces de robarle a nadie; sin embargo roban a Dios presionados por la deuda, este enemigo les ha impedido honrar a Dios como se debe; ciegos algunos dicen: Es que no tengo; sin embargo, sí tendrían, si no se hubiesen gastado lo que no tenían. Nadie ve a Satanás incitándolo para que gaste cuando no tienen con que comprar, ven la compra como una bendición, no tengo dinero pero sí una tarjeta y allí comienza a oprimir la deuda. Luego no puedo honrar a Dios como debiera. Dice Dios en Proverbios 3:9-10: «Honra a Jehová, con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos, y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto».
Y este es el ciclo por el cual personas que aman a Dios, que van a la iglesia a adorar, con su corazón, y sus labios al creador, pero en sus vidas económicas no se ve a Dios y su bendición. ¿Es culpable Dios? NO, ÉL DICE: «CONOCERÉIS LA VERDAD Y LA VERDAD LOS HARÁ LIBRES».
EN SÍNTESIS: TODO SABIO SE ENFRENTARÁ A LA DEUDA, HAY QUE MATAR A ESTE GIGANTE. PARA BIEN NUESTRO Y DE NUESTRA DESCENDENCIA.
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