(Agencias/ VyV – REDACCIÓN).-
Este 31 de enero, la comunidad sexodiversa de Venezuela, conformada por unas 40 organizaciones de lesbianas, gay, bisexuales y transgénero (LGBT), consignó ante la Asamblea Nacional un proyecto de ley para la aprobación del matrimonio civil entre parejas del mismo sexo.
El Proyecto de Ley de Matrimonio Civil Igualitario en Venezuela cuenta con 18 mil firmas recopiladas en todo el país y busca detener la violencia, abuso y discriminación ejercida contra lesbianas, homosexuales, bisexuales, y personas transgénero, a fin de asegurar una igualdad plena.
Según manifiesta la comunidad LGBT, con este tipo de iniciativas buscan reducir la brecha que existe entre la sociedad venezolana y el tema de la diversidad sexual, lo que aseguran se traduce en la disminución de la violencia, abuso y discriminación.
Leyes actuales
La Constitución venezolana protege sólo al matrimonio entre un hombre y una mujer, y en el Código Civil se estipula que «el matrimonio no puede contraerse sino entre un solo hombre y una sola mujer». Pero la comunidad gay del país basa su solicitud en los principios de igualdad e inclusión social consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
¿Cuál ha sido el desarrollo de este tema tan importante en el país?
En Venezuela las luchas reivindicativas de las personas homosexuales se materializaron con el nacimiento en 1978 del primer grupo pro defensa de los derechos homosexuales, el cual se llamó «Grupo entendido». En 1993 nació el Movimiento Ambiente de Venezuela y su fundador, Owaldo Reyes, se postuló como el primer candidato abiertamente gay a la Asamblea Constituyente de 1999. En 1998 se fundó la «Alianza Lambda de Venezuela», la cual obtiene personalidad jurídica el año 2000, convirtiéndose en la primera organización de derechos gays en Venezuela.
Desde los inicios del gobierno del presidente Hugo Chávez en 1999, se han propuesto nuevos artículos de ley para elevar la no discriminación por orientación sexual a rango constitucional, al mismo nivel que los problemas de raza, religión u otra variante de identidad. Sin embargo, en la nueva Constitución la no discriminación por orientación sexual e identidad de género fue excluida por presiones de las iglesias católica y cristiana.
La insistencia de la comunidad LGBT, ha generado más cambios durante los últimos 14 años. Se han creado muchas más organizaciones y movimientos a favor de la igualdad de derechos para parejas del mismo sexo, como marchas LGBT durante el mes de junio en Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar (estado Bolívar); en Calabozo y Altagracia de Orituco (estado Guárico); en Porlamar (estado Nueva Esparta); Maracaibo (estado Zulia) y la marcha nacional en Caracas (Distrito Capital) donde se cierra todo un mes de actividades públicas y se convoca a miles de personas provenientes de todos los rincones del país, hasta llegar a la actualidad con la entrega de dicho proyecto de ley.
Dios y la homosexualidad
Las Sagradas Escrituras muestran claramente cuál es el plan original de Dios en cuanto a una familia se refiere, «el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán un solo ser» (Génesis 2:24, RVC), y de esta forma, nace la familia compuesta por hombre, mujer y de ellos, sus hijos: «Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios con estas palabras: “¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra!”» (Génesis 1:27-28, RVC).
Queda claro que Dios ama a su creación y a la humanidad completa, pues Él no hace «acepción de personas», y este es un punto que la Iglesia de Cristo defiende con el propósito de mostrar el amor y la misericordia de Dios, quien envió a su único Hijo, Jesús, a pagar por los pecados de la humanidad, por amor.
Dios ama a los homosexuales como su creación, pero abomina y condena el pecado de la homosexualidad, pedir que se legalicen este tipo de uniones lo que acarreará a Venezuela es juicio divino, debido a las implicaciones espirituales que trae en desobedecer la Palabra de Dios. Por sobre la Biblia no hay argumento que valga.
La aprobación de dichas leyes no pueden pasar desapercibidas, pues estas violarían y amenazarían directamente a la formación de una familia conforme al corazón del Señor. Y es que la atención se centra en ese punto, es una desobediencia ir en contra del plan original del Creador, y la desobediencia acarrea sus consecuencias, tal y como le sucedió a Sodoma y Gomorra, que fueron destruidas por pecar en contra del Señor, principalmente por la práctica de la homosexualidad.
Surgen varias incertidumbres alrededor de este tema: ¿Cómo sería una sociedad donde todas las parejas fueran de un mismo sexo, dónde quedaría la reproducción, quién pudiera tener hijos de esa forma y qué pudieran enseñarle a sus hijos si estos no comparten la misma afinidad sexual de sus dos papás o de sus dos mamás? Simplemente no habría más familias y las mismas son el componente fundamental de la sociedad.

