¡La rebeldía es una actitud soberbia que tiende a resistir los conceptos verdaderos!
Tito 3:3, «Nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de placeres y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, odiados y odiándonos unos a otros».
La actitud rebelde esclaviza al hombre en placeres y deleites. ¡Hace que el hombre viva en malicia y en envidia y que sienta odio! Hay cónyuges que se resisten a vivir bajo los principios bíblicos de vida y eso les acarrea múltiples problemas.
La rebeldía más grave que existe es resistir o cuestionar la palabra de quien nos diseñó y nos creó. Dios nuestro Padre celestial nos conoce perfectamente, puesto que fuimos diseñados por Él. Nuestro cerebro y todo nuestro cuerpo funcionan de acuerdo al diseño de Dios. Si Él nos dejó instrucciones en la Biblia de cómo debemos comportarnos es porque Él sabe que es lo mejor para nosotros, aunque no lo entendamos.
¡El fabricante es el único que sabe perfectamente cómo funciona el producto!
Dios como nuestro Padre celestial nos ha dejado principios de vida para que los apliquemos en nuestro matrimonio, en nuestra familia y con las personas que nos rodeamos. Vivir fuera de esos principios nos genera problemas porque estamos operando fuera de las instrucciones del Manual del Fabricante (la Biblia).
La rebeldía en nuestra vida es frecuentemente ocasionada por herencia de nuestros padres, por ignorancia y más comúnmente por raíces de amargura y votos internos negativos que hemos hecho en nuestra vida. Si un ser humano experimenta muchas situaciones de dolor o muy intensas, puede ocasionar una dureza en su corazón que después se le hace difícil controlar y lo hace rebelde.
Efesios 4:20-24, dice: «Pero vosotros no habéis aprendido así sobre Cristo, si en verdad lo habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad».
Es necesario sanar el corazón de heridas emocionales y tomar la decisión de despojarse del viejo hombre lleno de heridas, de malos hábitos y actitudes incorrectas. Esto es un proceso que requiere algún tiempo en función de la dureza del corazón y las experiencias negativas vividas. Se debe comenzar pidiendo perdón y perdonando a todas las personas que generaron un dolor en nuestra vida.
Simultáneamente se debe tomar la decisión de comenzar a crecer espiritualmente para poder ir dejando los malos hábitos e ir renovando la mente poco a poco conforme a los principios bíblicos de vida que nos ha dejado nuestro Padre celestial en la Biblia.
Si tu cónyuge tiene una actitud rebelde, no le juzgue ni le critique; ayúdele a sanar su corazón y a crecer espiritualmente con paciencia y mansedumbre. Poco a poco lograrán avanzar y fortalecer su relación con Dios y entre ustedes.
¡Tu matrimonio y tu familia es el regalo más preciado que Dios te ha dado. Cuídalos!
Luis y Hannia Fernández
Pastores y consejeros
luisyhannia@libresparaamar.org