Los sueños y las visiones como el de Mostafa se citan repetidamente como formas específicas en que Dios llega a los musulmanes en todo el mundo árabe y más allá
(Lindy Lowry – Verdad y Vida).-
En Egipto, la conversión del islam al cristianismo es vista como una traición a su familia y herencia. En las familias musulmanas, cualquier miembro que abandone sus creencias y educación musulmanas se somete a una presión tremenda por parte de su familia inmediata y extendida para renunciar a Cristo y regresar al Islam. Algunos están encerrados, otros están aislados, torturados o incluso asesinados. Recientemente, nuestro equipo Open Doors en Egipto se reunió con un nuevo creyente que compartió su impresionante testimonio de cómo Dios usó la conversión de su primo para quitar las escamas de sus propios ojos.
Mostafa esperaba que el rumor no fuera cierto.
Si lo era, sabía que estaba obligado a proteger el honor de su familia. Sabía que tendría que matar al primo con el que había crecido jugando en las tierras desérticas del Alto Egipto. Fueron las órdenes de su familia. Por eso había viajado tan lejos de su casa a la ciudad capital de El Cairo.
PREGUNTA SOBRE JESÚS
El rumor era cierto. Mostafa encontró a su primo en una iglesia escuchando atentamente. En silencio, se deslizó en el asiento detrás de Mohammed y esperó a que terminara el servicio. Pero entonces se dio cuenta de algo extraño. Las palabras que escuchaba, las oraciones, especialmente la adoración, no lo disgustaban.
En cambio, las letras de las canciones lo conmovieron profundamente, dijo. Mostafa se acercó a su primo con lágrimas en los ojos.
Él recuerda sus palabras a Mohammed ese día: “Vine desde el pueblo de nuestra familia para espiarte y ver si realmente te habías convertido en cristiano”, le dijo, limpiándose una lágrima de su mejilla. “Debería informar a su familia sobre lo que vi, pero simplemente no puedo. Creo que la elección que hiciste podría haber sido la correcta. ¿Me puedes contar más? ¿Por qué dejaste el islam por el cristianismo?”, ripostó Mostafa.
Sorprendido por la pregunta de su primo, Mohammed llevó a Mostafa a su casa donde los dos primos pasaron la noche hablando del evangelio. Esa noche, Mostafa tuvo un sueño. Vio a Jesús en la cruz, mirándolo y diciéndole: “Hice todo esto porque te amo y quiero que estés libre de tus pecados”.
La visión de Mostafa es similar a lo que describen muchos musulmanes conversos. Muchas fuentes han reportado los mismos fenómenos. Los sueños y las visiones como el de Mostafa se citan repetidamente como formas específicas en que Dios llega a los musulmanes en todo el mundo árabe y más allá.
NUEVA VIDA CON JESÚS
A la mañana siguiente, Mostafa le contó a Mohammed lo que vio en su sueño. Le pidió a su primo que orara junto con él por su salvación.
A través de las lágrimas, Mostafa le gritó a Dios: “Planeé matar a mi primo, tu seguidor. Pero ahora estoy preparado para dar mi vida por ti mismo”.
El mes siguiente, Mostafa fue bautizado con su primo de pie junto a él. No le ha dicho a su familia que él y Mohammed ahora son seguidores de Jesús. Actualmente, los dos jóvenes viven como creyentes secretos, siguiendo a Jesús en el lugar que Él les ha provisto.
Al igual que muchos conversos del islam al cristianismo, los primos están optando por mantener su fe en secreto. Los nuevos creyentes en lugares hostiles como Egipto esconden sus Biblias y se conectan con otros cristianos en línea o visitan reuniones secretas. Siguen las enseñanzas de Jesús en sus acciones, con la esperanza de que la forma en que viven sus vidas influya en quienes les rodean para el evangelio. Solo cuando piensan que es seguro, comparten su nueva fe con los demás, con la esperanza de que el movimiento clandestino de creyentes secretos crezca.
A través de socios locales, el ministerio para cristianos perseguidos Open Doors está en contacto con creyentes secretos en todo el Medio Oriente para ayudarlos a crecer en su fe y mantenerse fuertes en circunstancias difíciles.◄


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Que bello esto que descubrí muy emotivas conversiones .y preciosas y enseñanzas sencillas y claras .
Nos regocija saber que le es de bendición nuestro contenido ¡Dios le bendiga!