Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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(El País – Verdad y Vida).–
Melania Trump, en su primer viaje oficial a Europa, y Brigitte Trogneux, la esposa del presidente de Francia, Emmanuel Macron, recién llegado al Elíseo, estaban llamadas a acaparar la atención en el encuentro de primeras damas de los países miembros de la OTAN, reunidos recientemente en una cumbre en Bruselas, pero un arquitecto belga se convirtió en el protagonista de la foto de familia.Entre una reina (Matilde de Bélgica), esposas de presidentes de Gobierno y de dirigentes de repúblicas, por vez primera, en un encuentro de este rango, apareció un hombre. Gauthier Destenay posó sonriente junto a nueve mujeres: la primera dama francesa, Brigitte Trogneux; la primera dama turca, Emine Gulbaran Erdogan; la primera dama estadounidense, Melania Trump; la reina Matilde de Bélgica; la esposa del secretario general de la OTAN, Ingrid Schulerud; la esposa del presidente búlgaro, Desislava Radeva; la esposa del primer ministro belga, Amelie Derbaudrenghien; la esposa del primer ministro esloveno, Mojca Stropnik; y la primera dama finlandesa, Thora Margret Baldvinsdottir. Destenay es el esposo de Xavier Bettel, de 44 años, el primer ministro de Luxemburgo.Destenay y Bettel contrajeron matrimonio hace dos años, luego de cinco de relación y meses después de que fuera posible en Luxemburgo la unión legal de personas del mismo sexo, gracias a una iniciativa que el primer ministro había impulsado. Bettel fue el primer el jefe de Gobierno que celebra un matrimonio gay en uno de los 28 países que conforman la Unión Europea.La presencia de su marido en la cumbre de Bruselas también ha marcado un hito. Destenay no tiene un perfil público. Es natural de Arlon, una provincia valona colindante con Luxemburgo y ejerce su profesión de arquitecto. Y cuando la ocasión lo requiere, las obligaciones de consorte del primer ministro de Luxemburgo, como ocurre con las mujeres casadas con presidentes. El cargo aún no tiene nombre.
Cuando la depravación pasa por “normal”
No solo el cargo no tiene nombre aún, sino que difícilmente el mundo se acostumbrará a presentar lo anti natural, lo bochornoso y depravado como «normal». No solo Dios lo condena en la Biblia, sino que es grotesco verlo en la cotidianidad. Si nos resulta difícil verlo y aceptarlo a la distancia, no nos queremos imaginar a este grupo de distinguidas damas, representantes de sus gobiernos, sentadas con un «primer damo» (hasta la Academia de la Lengua queda abochornada con el término). ¡Dios tenga misericordia de la humanidad que vive de espaldas a lo natural y a la Biblia!◄
