Que Dios te bendiga con enojo delante de la injusticia, la opresión y la explotación de la gente, para que puedas trabajar por la justicia, la libertad y la paz.
Que Dios te bendiga con lágrimas, que derramar por los que sufren dolor, rechazo, hambre y guerra, para que puedas extender tu mano para consolarlos y convertir su dolor en alegría.
Y que Dios te bendiga con suficiente insensatez, para creer que puedes marcar una diferencia en el mundo, para que puedas hacer lo que otros aseguran que no se puede hacer, para traer justicia y bondad a todos nuestros niños y a los pobres.
Amén.
John C. Maxwell
Escritor y conferencista
Tomado de su libro: «Vivir Intencionalmente».