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Sabiduría de los dichos de Salomón N° 13: Las crisis revelan nuestro carácter real

«Si fueres flojo (flaqueas) en el día de trabajo, tu fuerza será reducida» (Proverbios 24:10. NVI).
La versión NTV traduce el pasaje de la siguiente manera: «Si fallas bajo presión, tu fuerza es escasa». Y la versión TLA lo expresa: «Quien se rinde ante un problema no muestra fuerza ni carácter».¿Cómo reaccionas cuando las cosas no salen según tus expectativas o la crisis toca a tu puerta? ¿Qué pasa contigo cuando estás bajo presión? ¿Cómo gestionas tus emociones cuando la adversidad crece? Salomón dice que si en estas situaciones fallas, es prueba de que tu fuerza es escasa. Además, el desanimo consume las energías, te deja débil y vulnerable. Al claudicar menguas y te debilitas. Las crisis y dificultades que enfrentamos, ponen de manifiesto el tipo de carácter que tenemos.

El valor de las crisis y las adversidades

Las crisis y los problemas tienen el potencial de madurarnos / fortalecernos o menguarnos / destruirnos, dependiendo de cómo reaccionemos y los manejemos. Si nos enfocamos en las crisis y las dificultades, probablemente nos sentiremos abrumados; pero si vemos las crisis como una posibilidad / oportunidad, nos sentiremos animados y motivados a emprender / hacer. Las respuestas que demos a las crisis y problemas que enfrentamos, edifican nuestro carácter: fuerte o débil.Ahora, las crisis tienen el potencial de permitir que salga lo mejor o lo peor de cada uno de nosotros. Honoré de Balsac lo decía de la siguiente manera: «En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte». En todo caso es nuestra actitud ante la crisis: cómo decidimos enfrentarla, lo que marca la diferencia. Es un asunto de enfoque y perspectiva. Podemos ver las crisis y las dificultades como una tragedia, o como una oportunidad para el crecimiento; al fin y al cabo: «Los retos son condiciones ambientales que regulan el crecimiento» (Peter Senge). La pregunta clave es: ¿estás a punto de romperte, o a punto de germinar? ¿Piensas con pesimismo con respecto a la realidad que te rodea, o estás lleno de optimismo por las oportunidades que el entorno te presenta? ¿Te siente empoderado o te siente desempoderado al observar y tomar contacto con el entorno?

¿Cómo se forja el carácter?

Noah Webster, en su diccionario de 1828, define carácter como «estampar y gravar a través de presión». Es a través de enfrentar las difíciles, comprometedoras o ambiguas circunstancias de la vida, con sus presiones asociadas, que se forma el carácter. El desarrollo del carácter siempre involucra una elección, y las circunstancias adversas, ambiguas y confrontadoras de la vida siempre proporcionan esa posibilidad de elección. Es en tus circunstancias, pues, donde más tienes que ser confrontado con tu verdadero carácter. Las adversidades, las crisis y circunstancias difíciles de la vida, ponen de manifiesto tu real carácter, revelan lo que hay adentro; revelan también tus grietas y debilidades o tus fortalezas. Las crisis no necesariamente forman tu carácter, pero la forma cómo decides enfrentarlas, la manera como reaccionas, sí edifican tu carácter: débil o fuerte, integro o con doblez, verdadero o falso. En todo caso, la forma cómo reaccionas ante las circunstancias, te permite tomar conciencia sobre el tipo de persona que eres.Cuando elegimos una opción, para bien o para mal, nos estamos definiendo, nos convertimos más en eso que hemos elegido. Hay una correlación entre  nuestras elecciones  y decisiones de vida y la formación de nuestro carácter. Este es un proceso cíclico que se retroalimenta constantemente. Las elecciones afirman la persona que somos. Cuando hay consistencia en esas elecciones de vida, se instala una creencia convencional, que se manifiesta en una conducta consistente. Con cada nueva elección y exposición intencional que hacemos ante las demandas del entorno crecemos e integramos nuestro carácter. En relación a este proceso comenta H. P. Liddop: «Lo que hagamos en alguna gran ocasión probablemente dependerá de lo que ya somos, y lo que ya somos es el resultado de los años anteriores de autodisciplina». En esa misma línea de pensamiento expresa Joseph L. Badaracco: «Formamos nuestro carácter en los momentos de definición porque nos comprometemos con líneas de conducta irrevocables que dan forma a nuestras identidades personales y profesionales. Revelamos algo nuevo sobre nosotros a nosotros mismos y a los demás, porque los momentos de definición descubren algo que ha estado oculto o cristalizan algo que sólo conocíamos parcialmente».El carácter se forja con tus elecciones y acciones diarias, así puedes decidir esforzarte por alcanzar tus metas desarrollando disciplina o ser vencido por los obstáculos que surgen; desistir ante la adversidad o perseverar hasta vencer ante una situación difícil; afrontar las consecuencias de tus errores o evadirlas; reconocer tus faltas o justificarte; mantener tu integridad o ceder ante presiones externas que comprometen tus valores y convicciones más fundamentales; doblegarte ante la verdad o mantenerte bajo el peso de ella; expresar genuinamente tus opiniones o hablar buscando la aprobación de los demás; actuar con autenticidad o esconderte bajo una fachada; sobreponerte al dolor de una pérdida o elegir anclarte en ese sufrimiento; elegir ser fiel a tu cónyuge, patrono o nación, o ceder a la tentación de la codicia, del placer y de la aprobación de otros.

¿Cómo se forman el carácter fuerte, íntegro y con entereza?

Las elecciones y posturas tomadas como respuesta ante los retos y desafíos con que la vida nos confronta, modelan –estampan– nuestro carácter peculiar. El carácter es un asunto de elección. Y si queremos contruir un carácter fuerte, maduro e integro, necesitamos, entonces, asumir posiciones claras y firmes, establecer criterios bien definidos en situaciones ambiguas, cumplir compromisos a pesar de los obstáculos, tomar las decisiones difíciles sin deferirlas ni esperar que otros las tomen por nosotros, manteniendo fidelidad a las propias convicciones y valores.

Enseñanzas para el liderazgo:

Los líderes necesitan enfocarse en el desarrollo de su carácter. Sin integridad básica, los talentos y el conocimiento del líder se hacen insuficientes para liderar con éxito una organización.

El carácter es el área donde los líderes son más confrontados, medidos, probados y cuestionados. El carácter es precisamente donde los líderes más fallan. Al respecto dice Stephen Covey: «El 90 % de todos los fallos del liderazgo son fallos del carácter».

Desarrollar carácter toma tiempo, enfoque y compromiso consigo mismo. No se trata de un simple cambio cosmético, o de implementar recetas rápidas y fáciles para remozar la fachada; se trata de un proceso a fondo, que requiere disciplina, y que confronta los valores y convicciones más fundamentales del líder.

«Hoy las oportunidades para los líderes son ilimitadas, pero también lo son las dificultades» (Warren Bennis). Sin duda alguna vivimos en una era de muchas complejidades y dificultades; pero como dice los chinos: «crisis y dificultad es sinónimo de oportunidad». La situación actual es como una moneda de dos caras: dificultad y crisis vs oportunidad.

En medio de las crisis es que se pone de manifiesto la madurez emocional del líder: sus recursos de afrontamiento que tiene o no.

Las crisis más incapacitantes no están en el entorno, sino en el interior del líder.

Pensamiento: ¿La crisis está en el ambiente o en mis emociones y pensamientos? «La crisis es una condición interna en que nuestro lenguaje, nuestro cuerpo y nuestras emociones están en crisis».

Arnoldo Arana
Pastor, psicoterapeuta y escritor
arnoldoarana@hotmail.com

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