(Carlos Carvajal – Pastor).-
La oración la vio Jesús como una gran necesidad (Lucas: 18:1): «También les refirió una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar»; cuando nosotros estudiamos los evangelios nos damos cuenta de que Jesús, fue un hombre de oración y nos dio ese ejemplo a todos, Jesús oraba muy de mañana, al mediodía y también de noche pasaba largas horas orando aunque era el Hijo de Dios lo hacía, para estar en comunión con el Padre Celestial, nosotros hemos experimentado que con la oración podemos lograr muchas cosas y también cambiar muchas situaciones, somos testigo de ello, hemos visto personas ser sanadas por la oración que la iglesia le ha hecho al Todopoderoso, hemos visto cambio en la conducta de algunos hijos, el cambio de algunos esposos que le hacían maltrato a sus esposas, hemos clamados a Dios insistentemente y su respuesta no se ha hecho esperar y por eso podemos decir que Dios si oye oración.
Pero para que la oración pueda ser contestada hay que hacerla con fe (Hebreo 11:6): «pero sin Fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonado del que le busca». Todo lo que se hace sin fe, no llega a Dios; así que amados deseamos que todos podamos sentir esa gran motivación para buscar a Dios en Oración y así poder ver cambios en nuestros pueblos, en nuestras ciudades y en nuestras nación.
La Biblia nos da la clave para que todo cambie, y todo está en la obediencia a la Palabra de Dios para honrarlo. «Si se humillare mi pueblo sobre el cual mi nombre es invocado y buscare mi rostro y se convirtieran de sus malos camino entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra» (2 Crónicas 7:14); oramos para que el Todopoderoso toque el corazón de su Iglesia en general, para que le busquemos en oración y las cosas cambien para bien de todos.
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